¿Se levantarán los
soñadores de sus camas, se espantarán los gorriones en sus nidos, se pondrán en
guardia los dormitados CVP en sus garitas cuando en la madrugada del sábado 21 se
escuche el tronar de este añejo canto?:
¿Quién viene por
ahí?, pregunta la gente,
¿quién viene por
ahí?, pregunta la gente.
Y yo como prudente
le voy a contestar,
y yo como prudente
le voy a contestar:
¡Somos de la
Lenin, óiganlo bien!,
¡Somos de la
Lenin, óiganlo bien!,
¡que venimos
apoyando las leyes de Fidel!,
que venimos apoyando
las leyes de Fidel.
¿Quién tiene la
llave? ¡La tiene Fidel!
¿Quién tiene la
llave? ¡La tiene Fidel!
¡Y solo se la da a
los países socialistas!,
y solo se la da a
los países socialistas.
[Antiguos
camaradas del Este: ¡devuélvanla!]
Ahora soy el rey
(si te
gusta, bien…)
Entrante
“Soy del año de la
Graduación 6to. Aniversario, pero no terminé con ustedes. Era de los grupos de
ruso; en el mío estaba Eduardo González… Habían dos Eduardo: uno rubio y uno
trigueño. Me acuerdo de El Toto, y de Del Llano, con quien he coincidido mucho:
conozco a gente ligada a las cosas que hace Nicanor, como Frank Delgado y
otros… Todo el mundo me conocía por Ferrer; cada quince días hacíamos fiestas
aquí en mi casa.
“Terminé 10mo. y
me fui para los Camilitos tras la novia que tenía por entonces. Al terminar el
pre, preparatoria por medio, partí a Kiev, en la Unión Soviética, a estudiar
Relaciones Internacionales. Allí coincidí con Héctor Martínez, también de la
Lenin, que ahora anda por Telesur o en el NTV, no estoy claro. También Yamila
Cohen… Se lo digo siempre: no me llevaba bien con ella porque era tremenda ‘concientica’,
yo no quería ni verla: que si el uniforme mal puesto, que si esto, que si lo
otro… Y para que tú veas: hicimos tremenda amistad, y me demostró ser súper
buena gente.
“Maricusa vino
aquí un día —yo estaba esperando a Yamila, pero ese día se enredó y no pudo
llegar—, y lo hizo acompañada de Edelmira, que también era de ruso, aunque le
ronca el mango que no me acuerde de ninguna de las dos, tan agradables que son.
Están mejor que nunca, son dos mujeronas… Cuando vinieron, esto estaba a la
mitad, todavía se construía, y conversamos mucho, y cocinamos ideas, y les
dije: ‘No pretendo especular con ustedes: nos ponemos de acuerdo y buscamos la
variante más económica. Aquí caben todos los que vengan: si son doscientos,
doscientos; si son cincuenta, cincuenta; si son veinte, veinte…’. A lo mejor se
lo decimos a Frank o a algún otro trovador, y ponemos esto muy bueno,
vinculando a mucha gente que son o no son de la Lenin, pero la sienten muy de
cerca.
“Buscaré un
huequito para ir al Taburete. Allá podemos ponernos de acuerdo, fijar una
fecha, y regarlo por ahí, es un buen momento para hacerlo. Estamos por lo
mismo, lo sentimos todos: la cosa está en coordinar. Pretendemos darle una
atención de lujo a todos los clientes, pero vamos a priorizar a los egresados
de la Lenin, y qué decir de la gente de mi año”.
Frente a mí tengo
a Reinaldo Ferrer, quien cumple 50 años el 1ro. de diciembre. Por Maricusa me
enteré de la existencia de CG km 3½, una paladar
surgida con el influjo de los nuevos olores destapados a la cazuela de un
proceso de actualización de la economía cubana que, amén del secreto que sobre
muchos ingredientes se guardan los chef que lo ejecutan, ha conllevado, al
menos, un relanzamiento de negocios y oficios en manos de emprendedores
ciudadanos o gente que sin más —y con menos— ha sido lanzada al ruedo de la
suerte después de muchos años de atadura estatal.
Iba dispuesto a
encontrarme un cucurucho modesto y de superficie limitada. Pero Carretera El
Globo km 3½ (Rey me puso una demanda por plagiar su nombre), situado en Alcalde
O’Farril no. 158 e/ Estrada Palma y Libertad, Santos Suárez, es un restaurante
con capacidad para cincuenta comensales (¡cincuenta!), con bar adjunto y
servicios de comida criolla e internacional, parrillada al carbón, espectáculos
musicales y humorísticos, bodas, quince y cumpleaños, organización de eventos
(ya lo propuse para realizar el coloquio), guardería y parqueo. Sin el Bola,
pero con más ofertas que el Monseñor.
La “gerencia” de
CG km 3½ corre a cargo de Rey y de Eduardo González (El Criollito), otro
graduado de la Lenin, pero del año 1988, quien me sorprendió con la buena de
que, a pesar del poco tiempo libre con que cuenta, ha perdido ídem leyendo
nuestras páginas.
Esta interviú de El Globo la guardé en el nailon que
lleva consigo el cubano cuando de asistir a espacio gastronómico se trata. Ni
Edelmira la sospechaba. Pero al igual que ustedes nuestra presidenta, allá en
su Puesto de Mando, habrá de afilar el cuchillo para entrarle a un menú que
oferto para todos los gustos.
Plato fuerte
¿Cómo, cuándo y por qué surge la idea de crear un
restaurante relacionado con la Lenin?
Este patio tiene
historia y está vivo. Provengo de una familia de poetas y cantores. Uno de mis
tíos, Rodolfo Ferrer, fue un excelente decimista, y otro, Raúl Ferrer —muy
bohemio, además de gran poeta y pedagogo—, es el autor de los versos que
musicalizó Pedro Luis y que premian el cariño y lo rebelde del alma. Aquí han
descargado desde Carlos Puebla, las Hermanas Martí, el Indio Naborí, Compay
Segundo… hasta David Torrens, Frank Delgado, Eric Sánchez y Pedro Luis Ferrer…
cuando no lo dejaban cantar en ninguna parte.
CG km 3½ fue
inaugurado el 14 de febrero, hace solo dos meses. La idea surgió porque para
Eduardo y para mí era(es) muy importante unir a todas las personas que de una u
otra manera tuvieron que ver con la Lenin. Somos una gran familia, y antes que
concebir un restaurante frío, insípido, surgió la expectativa de crear un sitio
de encuentro. Fíjate que el nombre se nos ocurrió casi al unísono de cocinar la
idea, con la misma naturalidad con que hubiéramos inventado encontrarnos con un
socio de la beca.
Todo el que pasó
por allá tiene los mejores recuerdos de esa inmensa construcción aledaña a la
carretera del Globo, y mucha nostalgia por no poder ver más a menudo a tantos
otros que le acompañaron en aquella hermosa aventura que fue estudiar en sus
aulas. Todos la amamos, como todos tenemos mil anécdotas guardadas sobre ella.
Nos dimos cuenta de que, seamos de un año o de otro, sentimos lo mismo por la
Vocacional. Anhelamos que, siempre que se vayan a hacer reencuentros como los
que han abundado en los últimos años, nos tengan en cuenta… y que sea algo
reconfortante tanto para los que lo organicen como para nosotros, que somos
parte de esta gran cofradía.
Cuando hablo con
Eduardo, el socio pa mi negocio,
quien no tuvo que ver nada con nosotros, y hablo con estudiantes más jóvenes
que se han graduado recientemente —para los que la escuela no fue físicamente,
por mucho tramo, la misma que para nosotros—, veo que de generación en
generación se ha transmitido ese amor y sienten el orgullo de pertenecer a esta
secta. Te encuentras a sus miembros en todas las ramas y sectores de la
sociedad, en todas las latitudes del globo terráqueo. Somos una plaga de gente
sana y bien educada. Muchos, por todas las volteretas que da la historia, nos
hemos alejado de un perfil profesional que nos apasionaba y en el cual
hubiéramos querido seguir enganchados. Al final de la jornada, la Revolución
pudo habernos utilizado más en función de ella, pero no supo encaminar los
intereses de una generación con todas las posibilidades del mundo, que se moría
por esta historia.
Nuestra sociedad
logró formar de forma excelente miles de ingenieros, licenciados, doctores y
especialistas que luego dejó un tanto abandonados en el camino. La educación
nuestra estuvo muy apegada a ideales y principios que para nosotros, los de
entonces, estaban muy claros. Las de ahora poseen otros valores, no lo dudo,
pero no tienen de dónde aferrarse… En las secundarias, en los
preuniversitarios, se venden hoy las pruebas, todo es comprable… En la época
nuestra eso no existía: podía haber un profesor corrupto, pero a ese lo
señalabas con un dedo, porque era uno entre miles, no era cosa que pasaba todos
los días.
Un montón de
colegas se han ido. ¿Por qué?: ¿porque son peores que nosotros? Han partido,
sencilla y desgraciadamente, porque se les ha tronchado la vida en su querida
patria. Pedro Luis lo resume muy bien en una frase: “Se habla de la gente que
se va del país, pero no se dice nada del país que se ha ido de la gente”.
La Lenin es como
un templo, y lo que hay alrededor de su existencia es una gran magia que a
veces uno no se la explica, pero está ahí, y se llama educación, pero se llama
también siembra de valores, de convicciones, de cultura. Por eso aspiramos
también a que CG km 3½ sea reflejo de esa cultura.
Ahora mismo tengo
a Bacallao, un leninista-humorista muy bueno que tú debes conocer —el del
monólogo sobre La Habana—, quien viene aquí los sábados a leer y actuar esos
textos tan inteligentes que escribe. A él se pueden sumar Eduardo, tú mismo, y
otros que hacen humor que invita a pensar. No solo queremos hacer un negocio de
“jama”, porque eso es muy burdo, sino que pretendemos vincularlo a lo mejor que
se forja desde nuestro país, desde nuestro presente.
¿Contabilizan la cantidad de leninistas que pasan?
Aquí han venido la
gente de la quinta graduación: es el año de Luis Alberto García, Taladrid,
Fernando Rojas y demás, y tremendo fiestón hicieron. Fue el 10 de febrero, no
habíamos siquiera inaugurado esto, y se gozó cantidad entre puntillas y sacos
de cemento, todo estaba súper “crudo”. El cerebro de aquello fue Jorge Herrera,
que es el tipo que prepara las actividades de la quinta graduación, el que los
llevó otra vez al Turquino. Jorge me trajo casi cien colegas. Domina una base
de datos impresionante. Incluso, cuando gente de su graduación que está afuera
va a venir, se ponen en contacto con él para que les organice encuentros.
No los
contabilizo, pero ya han pasado unos cuantos. Hace un rato te presenté a uno
que no es siquiera de las graduaciones más afines a nosotros, sino de las más
nuevas.
Hablemos de ti. A tu regreso de la URSS, ¿ejerciste la
profesión que por cinco años estudiaste en las aulas soviéticas?
Estudié entre los
años 81 y 86. Al regreso, vinculado con mi profesión, trabajé en Tractoimport,
una empresa que se dedicaba, como dice su nombre, a la importación de
tractores, maquinarias agrícolas y equipos de riego. Yo atendía toda la parte
relacionada con el CAME, hasta que se fue a bolina este y todo lo demás.
Me desvinculé de
la actividad y primero trabajé en una TRD como subgerente. Luego me fui para
Cubalse con la misma función, hasta que decidí colgar los guantes y me sumé al
proyecto de mi primo-hermano Pedro Luis Ferrer. Empecé ayudándolo en la parte
empresarial, pero ahora también atiendo lo relativo al sonido. Su grupo es muy
familiar, pues entre sus músicos, además de Pedro Luis, están su hija y su
hermano, y ahora también estoy yo en el aseguramiento de conciertos y
grabaciones.
De vuelta a la carretera El Globo… El restaurante, como quien dice, acaba de inaugurarse, y se
echa de menos —a excepción del logo, la carta y los soportes publicitarios— un
ambiente que traslade sicológicamente a los comensales hacia el que
disfrutábamos en pasillos y espacios cerrados de la beca.
Ya está pensado.
Queremos hacer macrofotos para ambientar el pasillo, con detalles muy distintivos de nuestra escuela, que
retrotraigan a todo el que allí estudió a los años lindos que nos tuvieron como
alumnos.
Estamos buscando
un escultor —y ojalá apareciera uno que haya estudiado en la Lenin— para que
nos haga una réplica de la escultura de madera que había y hay todavía a la
entrada de la escuela, que nosotros conocíamos por El Vega, un negro alto que
llama la atención por la escultura misma y por la posición que ocupa cuando el
visitante la advierte a su arribo a la Vocacional.
Voy a meterle coco
a la idea que me diste de utilizar las paredes del fondo para que los de la
Lenin firmen a la manera de una Bodeguita del Medio, porque siempre es
emocionante saber que tu huella está ahí, y reconocer en otras al amigo de
siempre. Igual la que agregaste de que en los postres estén presentes el
masarreal, las torticas y otros dulces que nos mataron el hambre.
Algunos quedaron
en traernos fotos, e irán apareciendo muchas más a medida que vayan pasando
gente por aquí y se vean retratados o reflejados en las que estén ya colocadas.
Deseamos que el resultado sea que todos hallen un pedacito de escuela.
No habrá que portar el Carnet de Conducta…
Para nada. Pero si
alguien quiere traer consigo un distintivo o cualquier otro objeto o documento
que quiera aportar al proyecto, será bienvenido, pues queremos hacer un Sitio
de Honor con detalles que nos remonten a aquellos años.
Rey: ¿de cuántos obstáculos está empedrado el camino
del cuentapropista?
Sin decir que todo
está resuelto, hay cierta suavidad en el tratamiento hacia nosotros. El Estado,
como se ha quedado tanta gente sin trabajo, presenta esta variante de empleo
como una solución, y en verdad la salida a esa situación es bien difícil: se
hicieron las leyes, pero no están creados los mecanismos para implementarlas.
Es una actividad problemática, con impuestos muchas veces por las nubes, que no
tienen en cuenta si entró o no entró dinero. Resulta enrevesado abrir un
restaurante y tener que comprar en la tienda minorista.
Podría afirmarse
que hay un interés estatal en que la actividad fluya, pero, como muchas veces
pasa, todavía no se ve un camino más expedito que nos haga la vida menos
complicada de lo que es. El país vive una época de cambios, pero los salarios
no se corresponden ni con la actividad que realizan las personas, ni con los
altos precios que tienen que pagar por los productos que consumen.
No me siento
presionado, pero es una realidad que las propias autoridades que estimulan la
apertura al trabajo por cuenta propia, son las que ven en quienes lo ejercen a
personas que en un determinado momento pueden enriquecerse, y está muy lejos de
ser así. Los cuentapropistas son, o personas emprendedoras que corren muchos
riesgos y no pocas veces son mal vistas por la sociedad, o individuos que no
tienen otro camino. Nos acostumbraron a un sistema muy paternalista, y de
buenas a primera el Estado no es capaz de asumir a esa gran fuerza de trabajo y
presenta esta opción como una panacea, cuando en realidad no hay una
infraestructura capaz de asumirla, a pesar de que, hablando en términos
económicos, sí somos una solución si pensamos en las plantillas infladas y en
los rezagos de una economía improductiva que hace imposible el desarrollo del
país.
A la hora de enfrentarte a este reto: ¿te sirvió para
algo la Economía Política que nos impartieron?
Aunque en la
escuela casi todos nos quedábamos dormidos en ese tipo de asignaturas, Marx,
Engels y Lenin están siempre presentes en la dialéctica de cómo se mueve el
mundo. Cuando uno es estudiante no valora esas cosas y lo ve como una cuestión
abstracta. Estoy convencido de que todos esos conocimientos que en un momento
determinado no utilizamos, nos hicieron más humanos. En mi caso particular, hoy
veo la vida con una óptica quizás más “socialdemócrata”.
Regresemos de tu caso
particular a tu negocio particular…
¿Tienen previsto en el menú exquisiteces de la beca como el seso de cerdo, el
picadillo de calamar o la tan vilipendiada patipanza?
Por supuesto. Todo
eso está presente, de alguna u otra forma, en nuestro imaginario colectivo: es
el “menú” que degustamos en aquellos felices años de nuestras vidas.
Vincularemos la carta con esas y otras —como tú bien defines— exquisiteces de
la escuela.
Para empezar,
contamos con un plato que piden muchas personas que nos visitan. Tiene por
nombre “Completa Yiya”. Con él recordamos a aquella señora que trabajaba en el
comedor, y es un homenaje a su presencia entre nosotros. La Completa Yiya es
una opción muy sabrosa: arroz, chícharo y pescado.
¿Te interesaría publicitar el restaurante en nuestro
boletín?… (no cobramos caro).
Por supuesto.
Sobre todo en estos inicios es muy importante para nosotros. No nos interesa si
es caro o barato, sino el alcance que ya posee.
¿Habrá depreciación de la cuenta para tus compañeros
de graduación en este año en que cumplimos 50?
Todos los
graduados de la Lenin que aquí vengan y nos demuestren con un detalle mínimo
que forman parte de esta legión de soñadores que somos, tendrán en su cuenta —y
no es muela— un 10% de rebaja.
Postre
Deja un amargo
sabor conocer que alguien malgastó cinco años de su vida en una carrera que no
ejerce; que la Revolución invirtió recursos en la formación de un profesional
que hoy enrumba proa hacia las aguas turbulentas del mercado… Pero lo que
emberrincha y coloca a este redactor por cuenta propia al borde del exabrupto
es pensar: ¡¡¿Por qué no hice lo mismo?!!
¡Importante!
Respecto a la actividad curturar
-Se efectuará en
la Base de Campismo después de concluir la ceremonia más importante que nos
llevará a la Sierra del Rosario, la que nos ha hecho (re)unirnos después de
casi treinta y dos años: el almuerzo.
-Se aceptará la
actuación de solistas, grupistas y coristas. Solo tendrá carácter obligatorio
la presentación de la danza Avanzada,
en versión para la televisión del camarada Mijail Chernenko Andropov y música
de Kiki Corona.
-No habrá orden
prefijado, pero se le debe exigir a Edelmira se fije en lo que va a hacer cada
cual y escriba el guión del espectáculo.
-Todos los colegas
que posean voz digna de ser escuchada en una Casa de Cultura, que hagan
gárgaras el viernes y afinen sus cuerdas vocales.
-Todos lo
leninistas que tengan guitarra, la toquen o no, pásenle un trapo, afinen sus
cuerdas guitarrales y sumérjanla en la mochila.
-Y todos aquellos
que guarden en su closet otro instrumento musical que coadyuve a imprimirle
sabor a la campiña pinareña (léase fagot, clavicordio, mandolina, fliscordio…),
que lo incluya también.
Respecto a los medios de difusión masiva
Se abrirá un
archivo gigante para la recepción de TODAS las fotos y TODOS los videos con
vistas a futuros documental y multimedia sobre Operación Taburete 2. Tiren con
lo que tengan y filmen hasta con bolígrafo a falta de cámara de video.
Respecto a complementos, adornos y bisuterías
Los dignos
muchachos de la Graduación II Congreso del Partido (así rezan las pañoletas
rojas que recibimos en el Taburete), sin complejo de que los vean, deben llevar
consigo cuanto atributo haga rememorar la hermosa estampida del pre y aquellos
seis bellos años de nuestra juventud que hoy evocamos.
Desde ya está
planteada la emulación (socialista) entre las guaguas. Los choferes están
impuestos de que no llevarán a Pinar del Río a una pandilla de viejos
aburridos, sino… a una pandilla de viejos aburridos que, cuando se les
estimula, pueden ser más aburridos todavía.
Respecto al plan de transportación
Se ruega,
solicita, demanda, reclama y ordena a todos los expedicionarios que pongan su
despertadores para las tres de la madrugada en aras de que tengan tiempo de
botar la basura, regar las matas, regar las gavetas, echarle comida al perro,
echarle desayuno a la perra hambre que arrastran desde el día anterior,
cambiarle el agua a los pececitos y coger turno en el estanquillo de
periódicos.
La recogida es a
las 6:00 horario de verano, no de Grenwich. ¡No se puede perder un minuto en
subida, ni la subida en un minuto!
Y ya que hablamos
de perder: tengan presente además que
los ómnibus, para no perder la costumbre, se detendrán sesenta metros antes o
después de los puntos de recogida. Designen un vigía para proceder a dar aviso
y efectuar disparo de arrancada hacia cualquiera de las dos metas.
No vamos a tener
caridad: ¡la caridad es el respeto al pueblo!
¡Sufran!
“Ya
se va aquella edad,
qué
lindo fue, qué despertar…”
Pablito
Milanés
Es Silvio
Rodríguez. Y ya con eso no hay que agregar más. Si acaso decir que le debemos
más de un beso en los aéreos de la beca, muchísima rabia cuando no teníamos
paciencia, y que sea en parte el responsable de nuestra capacidad de soñar.
Muchas veces le
tuvimos que pasar la mano por actuar cual tipo imperfecto que cada uno de nosotros
es, como cuando le dio a nuestra compañera Edelmira el raspe que recoge para la
posteridad el documental Que levante la
mano la guitarra, de Víctor Casáus.
Si hay algo que no
le perdonaremos jamás es ignorar en discos temas como el que traemos a colación,
escrito al parecer para nosotros, los que a los 65 años del joven trovador y
con quince menos en las costillas, nos proponemos reunirnos de nuevo para
—entre otras cosas— volver a interpretar sus canciones.
El día en que empezó la madurez
Yo no puedo
olvidar aquellos días,
el día en que
empezó la madurez.
El corazón del
tiempo que se abría
enseñando a ser
hombre, ave y pez.
Yo no puedo
olvidar que la gran madre
prendió en mis
ojos una decisión
cuando partí a
vivir inaplazable,
cuando empezó a crecer
mi corazón.
Yo no puedo
olvidar tantos momentos,
tanta alegría y
llanto que me sé,
y aquella voz del
tiempo
que cantaba mi fe.
Yo no puedo
olvidar, ni ya podré.
Vuela, corazón,
vuela,
y vuela para que
te vean volar.
Alguien puede
creer que no te queda,
cuando te queda
tanto por andar.
Vuela, corazón,
vuela,
que lo que cansa
es la tranquilidad,
que el sueño es
sol cuando de nuevo quema,
que tras la vieja
gloria hay otra más.
Por eso vuela y
vuela ahora,
y suelta tu razón
pura otra vez.
No en balde se
sembró en tu sed la aurora
el día en que
empezó la madurez.
Un lugar
con magia
Por Edelmira Pedris Yumar
Volví a la Lenin, bajo un torrencial aguacero, cuando
la escuela cumplió 30 años, con Dinorah, Iliana, Sarah y Maritza. Ese sábado,
31 de enero de 2004, después de más de veinte años subí al K-8, mi albergue
durante onceno y doce grados. Me espanté. Fue duro chocar con el deterioro,
pero aun así, encontré el pedacito de ventana que me tocó por dos años. De
golpe, muchas imágenes pasaron y algunas lágrimas salieron, para vergüenza de
mis 41 años. Sin embargo, mi reacción nada tenía que ver con los alumnos que
vi, porque no parecían tan afectados. Quizás fue porque por ahí andaba todavía la
magia de ese lugar que marca a todos los que viven en él, y, porque al final,
somos parte de una historia que ya pasa de treinta y cinco años y que para
algunos como yo, no me apena decirlo, es como una enfermedad incurable.
De no ser así, cómo se explica que Maritza haya
empleado todo un día, con madrugada incluida, para desplegar su imaginación y
pintar un cuadro que nos acompañó como leninero
más durante el viaje, donde reprodujo el rojo monograma que nos distinguió del
resto de los becados y que con total desinterés donó a la que fue nuestra casa
por seis años, los mejores de nuestra vida juvenil.
En septiembre de 1974, cuando la Lenin solo contaba
con ocho meses de inauguración oficial, me hallé ante la consumación de una
idea fija en la mente de una niña que, sin haber cumplido doce años, quería
INDEPENDIZARSE. Al llegar, el lugar me pareció hermoso y enorme. Mucho después
descubrí que podía atravesarlo sola, de punta a punta, en línea recta y sin
perderme. El arquitecto Garrudo no sabe que la genial idea de comunicar
pasillos, aéreos y escaleras nos permitió salir ilesos de más de una
“travesura”.
Fui a parar al B-4, desde séptimo hasta noveno grado,
y a partir de ahí mis recuerdos llegan hasta el último día, aunque algunas
memorias son inconfesables. Recuerdo el cubículo de ese y de cada albergue por
donde anduve, la ubicación de mi litera, el ¡De pie! con “Amanecer cubano” o
música de Joan Manuel Serrat (“Para la libertad sangro, lucho, pervivo/ para la
libertad…”); el tema que identificaba la señal del audio, los ensayos de la
“danza rusa” en la que nunca pude bailar, la primera vez dentro de la piscina y
cualquiera de las otras tantas; ir al campo a recoger café, pepino, lechuga,
siempre con las manos pegajosas y llenas de tierra; Longina y las demás tías; la industria deportiva, cosiendo
pelotas de béisbol con hilo de cera; las fábricas de radios y pilas; ver actuar
a Los Latinos, a Silvio, a Virulo…; aprenderme “El guararey de Pastora” en ruso;
bailar con Barrabás, Bonney M, Bee Gees, Santa Esmeralda, Hotel California… y ni hablar de bailar casino, porque era cosa de
“cheos”. Es imposible olvidar el frío —¡qué frío!—, que nos ponía las piernas
cenizas y nos obligaba a llevar el abrigo, que ya no se usa; la aparición de
las unidades en el curso 78-79; y por supuesto: buscar el amor, una y otra vez.
En la Lenin comenzó mi amistad con Iliana Lazo,
quizás porque discutíamos por cualquier bobería. Desde ese tiempo conservo a
Marla Oiz, cerca de mí desde primaria; Flora Pérez, Dinorah González, las dos
con tan “buena memoria”; Sarah Urra, con los cachetes siempre colorados; Alicia
Pérez, nuestra “estrella del carnaval”; mi amiguita Bertha Lourdes, compañera
de trapeología… Es imposible olvidar
a Muiños, Bello, Adán Poll, Alemán, el Bosco, Juan Carlos, Payasá, Eddy,
Guillermo Ramos, Sergio, Jorgito, Mirabal, Bico, Hache, el Fríjoli, Valdivia,
Michel, Lázaro Reigosa y otros que voy redescubriendo a cada rato. Siempre
recordaré a Corea Vigoa, con quien subí la Escalinata de la Universidad para ir
a matricular nuestras carreras. No tuvimos tiempo de decirle adiós, pero bastó
con verla recibirse como Doctora en Filosofía y con que nos dedicara una parte
de ese momento, al que llegó para demostrar que el empeño todo lo puede.
La Lenin también tiene sus mitos y personajes
distintivos, que van desde “El Sombra”, el legendario piscinero Olivito,
directores famosos como Chávez, Reina Mestre, Elsa Gómez , la “teacher“, hasta
los todavía presentes Picolino y Aracelys. Por si no lo saben, la rivalidad
interminable entre las unidades 5 y 6 llega a nuestros días.
¿Qué puedo decir de mis maestros? Pienso en Martha
Veitía y Teresa Febles, excelentes profesoras de Matemática, a quienes estaré
eternamente agradecida por haberme enseñado a lidiar con una asignatura que no
me gusta; Pérez Cuesta, de Geografía; la pequeña Mayrita y el profe Sautié,
ambos de Química; Isis, de Física, mi profesora guía en onceno y doce grados;
Ramona Saura, de Historia; Fresneda, de BPC; el profe Tony, de Matemática, que
siempre encuentra un momento para volver a ver a sus alumnos.
Gracias especiales a todas las profesoras de Español
y Literatura que tuve. Si estas palabras pueden entenderse en su justa medida
es porque, entre otras cosas, se empeñaron en enseñarme a escribir.
Voy a estar siempre unida a la Lenin y me siento
dichosa por todo lo que viví y aprendí en ese lugar y por toda la gente que
conocí. Muchos ocupan un lugar importante entre mis amigos, y hemos visto nacer
y crecer a nuestros hijos. Juntos nos alegramos de verlos entrar también a “la
escuela” y compartir la misma aula o el mismo albergue de sus padres. Si de
sueños realizados se trata, el mío se cumplió, porque todavía formo parte de
esa historia y la vi repetirse en mi hijo, menos leninero que yo, pero solo
hasta que los años empiecen a caer.
Conocí la escuela nueva, la reencontré en muy mal
estado, pero la vi renacer en el verano de 2005. No tengo remedio, SOY LENINERA,
y lo digo con mucho orgullo, pero del bueno, del sano. Ese lugar recogió lo
mejor de muchas generaciones, con Período Especial o sin él.
Eso es lo que vale para que cada año tantas
generaciones se reúnan donde sea posible. Si no lo entienden, pregúntenle a los
egresados del año 1980: ¿por qué decidieron celebrar su aniversario 25 bajo un
apagón interminable y a la luz de la luna?
Algunos dirán que estamos marcados por una enfermedad
incurable, otros señalarán que somos unos tembas nostálgicos. Yo diré que todos
tienen razón y volveré a organizar uno y otro encuentro para celebrar el XXXII Aniversario.
El baúl de los recuerdos
Este es el carnet de Madre Combatiente. El que les presento pertenece a Alicia León, la mamá de Luis
El nombrecito de
“Madre Combatiente” se las trae: parece aludir al de un batallón de mujeres en
el cerco a Stalingrado… Mirándolo bien, el símil no está mal, pues aquellas
madres nuestras lo mismo limpiaban las inmundicias que dejábamos a nuestro
paso, que cambiaban la zapatilla a una pila (o una zapatilla en nuestra
zapatera).
Dije “nuestras” no
para incluir a mi mamá —no disparó un chícharo en las tareas mencionadas, sí en
muchas otras—, sino (y sobre todo) para referirme a Alicia, madre eterna y
cariñosa de sus “cuatro mosqueteros”, a la que nunca tendremos cómo agradecerle
habernos salvado del hambre voraz que nos acechaba al doblar de cada pasillo de
la beca.
No critico el menú
de la Lenin, que ya quisiéramos tener a diario en el plato: con aquella edad,
entre estudio, trabajo, actividades políticas, deporte, recreación, muchachas
y… muchachas, no había aparato digestivo capaz de procesar todo el alimento que
implorábamos.
Las Madres
Combatientes hacían lo suyo de forma voluntaria, lo testimonia el carné
mostrado. Revienta comprobar que a pesar de ello… ¡también se les controlaba!,
como si esas horas fueran las únicas que dedicaban a la educación de sus hijos.
Un besote a ti,
mamá Alicia, y a las demás Madres Combatientes dondequiera que se hallen
físicamente. Su lugar en nuestra espiritualidad hace mucho está ocupado.
Años que son bobería
Por Isys Pelier Álvarez
“La juventud
no es una etapa en la vida,
es un estado
mental”
Rudyard
Kipling
Es increíble cómo,
a pesar de los años, las personas se acuerdan de cosas y se emocionan con
frases, palabras, rostros y olores pasados. “Recordar es volver a vivir”, dice
un viejo aforismo, pero hay quienes prueban que volver a vivir implica incluso
agregar memorias al baúl de tantos años ya sellado.
En ocasiones, nos
reencontramos con un amigo de la infancia y puede que lo recordemos; pero si
conocemos a alguien especial, sin duda lo recordaremos por el resto de nuestros
días, sin importar la etapa de la vida. Esto se evidencia con ustedes, los
compañeros de la Lenin, que aún después de tanto tiempo tienen el entusiasmo de
reunirse y revivir las inolvidables experiencias de escalar la loma del
Taburete.
Ya no son los
mismos jóvenes fuertes de hace treinta y dos años, ni las jovencitas inmaduras
y enamoradizas de antes. Viven en mundos diferentes, con personas nuevas, y la
mayoría tienen hijos y hasta nietos. Lo importante no se ha perdido, y es el
espíritu aventurero de esos jóvenes y la emoción de volverse a ver. A algunos les
costará trabajo, pero muchos otros recordarán cada nombre, apellidos y momentos
que pasaron juntos.
A pesar de la
separación de los grupos, de las diferencias de carreras y de pensamientos,
todos tienen la misma virtud: buscan la unidad, el amor y el fortalecimiento de
la amistad, tan golpeada por los años.
Llevarán culeros,
pastillas, fajas, bastones, espejuelos, y podrían, incluso, contar con
acompañantes para poder dar un paso, pero en el fondo siguen siendo esos
adolescentes caprichosos, emocionados y vivaces que siempre fueron. Pueden
haber cambiado el físico y la forma de hablar, pero nunca, aunque quisieran,
podrán cambiar su corazón, su alma, su juventud interna y el amor hacia sus
seres queridos.
A estos
profesionales van dedicadas mis palabras, con el sencillo y único objetivo de
que sigan pensando así, haciendo lo que les gusta, actuando como prefieran y
amando a quien lo requiera. Los jóvenes de hoy los admiran, respetan y aman.
Lucharemos por mantenernos así, incluso después de los cincuenta años… que son
bobería.
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Que nos
bombardeemos a mentiras para engañar viejas canas, no tiene nada de particular,
como esconderlas para ahorrarnos aceptar lo incuestionable. Que nos avergüence
observar que los botones no resisten el hilo del tiempo, es casi normal, como
lo es que los años desechen camisas que un día reflejaron estrecheces.
Pero que una joven
repare en nosotros no para marchar —como dijo Tagore— delante o detrás, sino
para caminar a nuestro lado, entra en el campo de lo impredecible, escapa a
todo raciocinio crédulo.
Ojalá hayan
recibido, con la misma conmoción con que las leí yo, las palabras de Isys Pelier
Álvarez, una muchacha de 17 años que viajará junto a nosotros a Pinar del Río.
Es hija de nuestra compañera Ileana Álvarez Aportela, y culmina en el presente
curso el grado 12.
Su graduación
quizás no tenga la misma altura, pero el sábado 21 le haremos sentir que de
muchas cosas se gradúa uno en la vida, y que para un joven es buen camino sentarse en un viejo
taburete, ignorando sillas peligrosas que
lo inviten a parar.
Apuntes
de la graduación en la loma del Taburete
…o todo lo que olvidamos
y vale la pena recordar
(Martes 8 de julio de
1980-Sábado 12 de julio de 1980)
Por Anicia Fuentes
Martes 8-7-80
Nos recogieron en los puntos y cuando llegamos a la escuela
nos dieron una merienda de pan con queso y jamón. Antes de partir nos
concentramos en el Anfiteatro y la directora general, Sonia Romero, nos dirigió
unas palabras. Además recogieron las libretas y los lápices para la valija de
la escuela que íbamos a visitar.
Salimos en las guaguas de la escuela a las 11 y 30 am.
Íbamos en caravana y escoltados por caballitos. En mi guagua estaba todo mi
grupo (el 18) y el profesor de matemáticas Tamarit. Durante el viaje íbamos
cantando. Orly no me dejaba tranquila, su peste a chicote ya me tenía mareada;
de gracioso él encaramó sus pies descalzos en mi asiento y lo colocaba delante
de mis fosas nasales.
El trayecto duró alrededor de dos horas. Las carpas estaban
numeradas y agrupadas por brigadas. Había enfermería y tres ambulancias. El
comedor era al aire libre y había una cocina. Los baños estaban al lado del
río; unos eran letrinas y otros estaban preparados para bañarnos.
Cuando llegamos al campamento nos reunieron en la plaza, la
cual tenía una tarima. Los de la zona nos recibieron cordialmente y nos
contaron historias relativas a la Loma del Taburete.
Las unidades docentes en la escuela (4, 5 y 6) se nombraron
brigadas 1, 2 y 3: la mía era la 1.
El profesor Waldo nos llevó a las tiendas de campaña. Las
hamacas estaban situadas en dos hileras. Fuimos luego a almorzar. Después de
una larga espera bajo el sol pudimos deleitarnos con el apetitoso almuerzo
consistente en congrí, pollo frito (casi entero), boniato, dulce de coco y pan.
Había un tanque con agua fría. Las bandejas las lavábamos nosotros mismos: le
quitábamos los restos de comida, la pasábamos por agua caliente con detergente
y luego por agua fría, y los profesores retocaban la limpieza. Luego muchos se
metieron en el río, que estaba en la base de la Loma del Taburete. El río daba
por la rodilla y estaba sucio, pero el lugar era muy acogedor, rodeado por la
espesa vegetación.
Empezó a llover. El profesor Tamarit me arregló la hamaca, y
cuando fui a probarla me senté por un lado y caí en el piso por el otro,
provocando la risa de todos los presentes.
Pusieron música.
Tamarit y Cutiño (mi profesor de Física) se pasaron todo el
día arreglando hamacas.
No me imagino cómo escalaremos esa “Loma del templete”; está
muy alta y las palmas casi no se ven.
Comimos a las 8 y 30. Había congrí, jamón en salsa de
tomate, papa, dulce de coco, pan, y repartieron un litro de leche por cada dos
alumnos. Cuando estábamos en las tiendas de campaña vino Raúl (subdirector de
Vida Interna) y nos mandó a reunir en la plaza donde nos habían dado el
recibimiento. Nos pusimos a bailar.
Al poco rato de estar allí, paró la música y vimos fuegos
artificiales, muy linda que estaba la noche. De pronto oímos el traqueteo de
las ametralladoras; una vaca, asustada, salió corriendo. Todos nos quedamos
sorprendidos. Los compañeros del MININT hacían su saludo sorpresivo, parecía
que estábamos de pronto en una guerra.
Luego seguimos bailando.
Por la madrugada había algo de frío.
Miércoles 9-7-1980
Nos despertaron a las 5 a.m. Yo no quería levantarme porque
sentía mucho frío. La hilera de hamacas de la otra banda se cayó, dicen que por
culpa de alguien que se sentó bruscamente. El caso es que durmieron en el piso
esa noche.
Nos dieron café. Estaba sabroso. Salimos a las 7 y 15 a.m.
rumbo a la loma del Taburete.
Cruzamos el río ayudadas por Tamarit, Ramón Brañas y Orly, y
ahí todos nos mojamos las botas. Comenzamos la ascensión por un abrupto camino.
Estaba fangoso porque el día anterior había llovido y por eso se nos hizo algo
difícil subir. En ocasiones había que ir agarrándose de árbol en árbol. Por
suerte no resbalé en el trayecto. Existía el peligro de caer rodando.
La loma se llama del Taburete por su forma peculiar, lo cual
se notó a medida que íbamos subiendo. Llegó un momento en que pensábamos que
estábamos en la cima, pero todavía quedaba un buen tramo por recorrer. Aquí se
demostró el espíritu de colectivismo y compañerismo de nuestra juventud: los
varones nos ayudaron mucho. A más de la mitad del camino me encontré con José
Raúl, que estaba con Libia, la cual estaba siendo atendida por un sanitario
porque tenía fatiga. Yo pensé que no iba a llegar al final, pero había una
fuerza interior que me impulsaba a seguir adelante.
Por fin llegamos a la cima. Desde allá arriba se podía
observar el paisaje lleno de palmas y elevaciones. Encima de la tarja donde
estaban inscritas las palabras de Fidel sobre el Che, firmamos el libro.
Merendamos pan con
jamón, un mango grandísimo y un litro de leche entre 3. Un compañero del MININT
nos contó que el lugar fue escenario del entrenamiento del Che antes de partir
a Bolivia.
Bajamos por otro
camino. La bajada fue más fácil .El camino estaba hecho, pero era muy largo y
en forma de espiral. Recibí unos cuantos arañazos. Un pequeño grupo, en el cual
estaba yo, se perdió. Cruzamos el río tres veces; después de dar unas cuantas
vueltas en el mismo lugar, nos encontramos con los que iban por el camino
correcto. Al fin llegamos al campamento. Enseguida me fui a bañar al río.
Almorzamos arroz, spam, plátano, frijoles colorados y mango.
Nos acostamos en las ansiadas hamacas y dormimos hasta las 4 de la tarde. La
actividad que tenía mi brigada hoy se suspendió. Era una visita al museo
Mártires de Artemisa. Comimos arroz, carne de puerco, gaceñiga, pan y un litro
de leche entre dos.
Por la noche, alrededor de las 8 y media, nos pusieron la
película “La cólera del viento” por Terence Hill (el actor de “Me llaman
Trinity”). Luego fui a la plaza, donde estaba tocando un combo de Pinar del Río.
Los cantantes estaban JICOS (feos, esperpentos). Luego pusieron una ensalada
musical como la de “Para bailar”.
Me fui para la casa de campaña. Pedro y Orly vinieron a
joder. Yo ya estaba acostada cuando a Pedro se le ocurrió mecerme, hasta que me
tumbó en el suelo. Él es muy jocoso.
Esa noche no sentí tanto frío. Alrededor de las 4 de la
mañana se partió uno de los palos de la banda mía y, por consiguiente, a todas
las de esa banda nos tocó dormir en el piso.
Jueves 10-7-1980
La teacher Leonor Miranda, nuestra directora, nos dio el de
pie a las 6 am. Nos dieron de desayuno pan con jamón y leche.
Fuimos al pueblo Las Terrazas a hacer trabajo voluntario. El
camino era muy largo. El pueblo me encantó. Tiene una cafetería rodeada por una
laguna. Estuvimos largo rato arreglando los machetes y guatacas. Cuando nos
adentramos en el surco de limones, las malas yerbas casi nos tapaban. “Pescao”
(Francisco) cortó una mata de aguacate que estaba en el surco y el guajiro que
nos dirigía se puso bravo. Majaseamos bastante, yo por lo menos no hice nada,
estaba cansada.
Trajeron la merienda: pan con jamón (que ya me tenia
asqueada). Fuimos a la cafetería a tomar frozen. Cuando nos cansamos de
holgazanear, nos fuimos. Por el camino empecé a tirarle piedras a Pedro y este
me cogió en la gracia y me cargó para tirarme en el rodeo. Por suerte estaba
vacío y muy alto, porque no me extrañaría verme ahí dentro.
Llegamos al campamento y a bañarnos en el río. Almorzamos
arroz, carne de puerco, plátano, mango, y pan. Esta vez almorcé debajo de un
árbol, porque el calor era irresistible. Luego fuimos en guagua a Soroa. La de
mi grupo era la primera. Íbamos cómodos. Cada vez que salíamos en guagua íbamos
en caravana, escoltados, y no podía faltar la ambulancia con sus sanitarios.
Enseguida llegamos a Soroa. Empezó a llover.
La piscina “Luna de Miel” estaba vacía. Algunos fuimos al
bar; pudimos “pescar” las cervezas después de haberle rogado un año al
dependiente. Nos sentamos debajo de las sombrillas a tomar. Escampó. El día
estaba nublado. Nos fuimos a la cascada “El Arcoiris”, pasamos primero por el
orquideario. Boffill era nuestro guía. Cruzamos un puentecito y todo el camino
eran escaleras resbalosas que tan pronto subían como bajaban.
Jose y Boffill se bañaron debajo del chorro que caía desde
lo alto. Bárbara y yo nos quedamos en la orilla. Las piedras eran muy
resbaladizas. Empezó a tronar y a llover fuerte. Nos fuimos de allí.
Volvimos a la piscina. Al poco rato regresamos a las
guaguas. Algunos regresaron borrachos. Comimos arroz, spam, gaceñiga y leche.
En el campamento no llovió. Ese día vino Sara Lilian de La Habana.
Por la noche nos
concentramos en la plaza. Los compañeros de tropas especiales hicieron una
actividad. Nos explicaron el funcionamiento de las armas como las AK, morteros
avancarga y retrocarga, los paracaídas, las trampas de la guerra vietnamita, el
camuflaje, etc. Por último hicieron una demostración de kárate. Estuvo
interesante la exposición. Después hubo baile.
Las hamacas ya estaban arregladas (el profesor de geografía,
Morejón, se hizo ampollas arreglándolas). Dormí bien, aunque por la madrugada
hubo frío. Aquí no hay mosquitos.
Viernes 11-7-1980
Nos levantamos a las 6 am. Desayunamos pan con jamón,
gaceñigas y leche con chocolate.
Partimos a las 8 para la Cueva de Los Portales. Pasamos por
San Cristóbal, Mango Jobo, Santa Cruz, Fierro, San Diego de los Baños, y por
último La Güira. Entramos en la Hacienda Cortina. La entrada tiene forma de
castillito. Cerca de aquí estaban las Cabaña Los Pinos, hechas encima de los
árboles.
Nos recibió Joaquín Ros (70 años), quien fuera compañero del
Che. Y hoy nuestro guía. La cueva estaba atravesada por un río. No nos dejaron
entrar a la cueva, porque es un lugar estratégico. Aquí radicó la jefatura del
ejército occidental al mando del Che cuando la Crisis de Octubre de 1962.
Visitamos el comedor de la Comandancia. Tenía una mesa con dos
bancos, un tanque de agua y un fogón donde le hacían el café (amargo) al Che, a
el le gustaba amargo. Luego pasamos a la oficina, donde había una mesa con un
teléfono algo rústico. Pasamos al dormitorio. Aquí había goteras. Estaban la
cama del Che y la de su asesor, Ortíz. El piso tenía tablas. Luego fuimos a un
lugar donde se sentaba el Che a jugar ajedrez. Vimos dónde se acostaba en su
hamaca y el lugar para practicar los tiros al blanco.
Partimos a las 12 m. En todos los pueblos se detenían los
lugareños a mirar la caravana. Cuando llegamos almorzamos congrí, pollo frito,
pan, mango y leche. Empezó a llover.
Los varones se pasan casi todo el día en nuestra casa de
campaña y tenemos que hacer veinte mil embarajes para cambiarnos de ropa,
aunque ellos no miran.
Silvia y Libia fueron al pueblo Las Terrazas a comprar una
botella de ron. Bárbara y yo fuimos al río cuando escampó. Estaba limpio.
La gente de la compañía 2 vino borracha de Soroa. Niurka me
contó algunos acontecimientos del grupo sobre acoples inesperados. Isabel
también aportó informaciones.
Comimos arroz, frijoles negros, pan, gaceñiga y leche.
Fuimos para el baile. Entre los de mi grupo nos tomamos dos botellas de ron.
Fui para la casa de campaña a arreglar el maletín a eso de
la una y media. Cuando fui al baño tropecé con una de las estacas que sirven de
base a la casa de campaña y me hice una herida profunda. Ricardo y Lucía me
acompañaron a la enfermería. Me remitieron en ambulancia para Candelaria, donde
me dieron 4 puntos debajo de la rodilla. Llegué a las 3 de la madrugada, pero
no podía dormir por el dolor en la herida.
Día de la graduación.
Sábado 12-7-1980
Nos despertaron como de costumbre a las 6 de la mañana, y a
las 8 estábamos reunidos en la plaza vestidos por última vez con nuestro
uniforme azul.
Formamos por grupos y por orden de números para hacer más
fácil la entrega de los diplomas.
El acto comenzó a las 9 am. En el acto hablaron Sonia
Romero, Mario Infante, uno del MININT y un alumno de la escuela que estaba en
secundaria.
Waldo y Morejón nos entregaron los diplomas de graduados y
el del Mérito por subir la Loma del Taburete. También nos dieron un sello, una
postal y una pañoleta roja con el retrato del Che.
El acto se terminó temprano. Nos cambiamos de ropa y fuimos
a almorzar: congrí, carne de puerco, plátano y pan.
A la 1 nos concentramos en la plaza por los puntos para
regresar a La Habana. Salimos a las 2 menos cuarto de ese lugar.
Domingo 13-7-1980
Este diario recoge los días que pasé en la Loma del Taburete
con motivo de mi graduación de preuniversitario. Aquí termina una etapa de mi
vida que deseo recordar y es por lo que escribí mis impresiones del viaje.
Ahora todos tomamos rumbos diferentes, pero por siempre
recordaré a mis compañeros, que pasaron seis años becados junto conmigo en la
escuela Lenin.
La víspera
—¡Ven acá, mijita,
dime que no es verdad lo que acabo de escuchar: que pretendes irte para un
campismo este fin de semana! ¡Yo quiero oírlo de tu propia boca! ¡Susúrramelo
cerquita de la oreja, porque estoy medio sorda gracias a los puñeteros discos
que pones día y noche en el equipo que a mala hora te compré!
—…Sí, mami, es
verdad.
—¡¿Y lo dices así,
con esa cara de Madre Teresa de Calcuta?! ¡¿Por qué yo tengo que enterarme
justo ahora, dime?!
—Te lo iba a decir
cuando llegaras del trabajo, y acabas de entrar por esa puerta… Papi me dio el
visto bueno.
—Ya lo sé. ¿Por
quién tú crees que me he enterado: por Radio Reloj?
—Mami: ¿y qué
tiene de malo que vaya a un campismo?
—¡Lo diabólico no
es que vayas al campismo, pues varios
sueldos me he gastado en llevarte! ¡Lo cuestionable es con quién vas!
—Con la gente de
mi grupo…
—¡Grupo en el que
está incluido, si no lo han expulsado por mala conducta, el tipito raro que te
ha acompañado tres veces hasta la casa!
—¡¿Y qué tiene de
raro, si se puede saber?!
—¡La puntilla a
medio centímetro de la cúspide de la lengua! ¡Las cejas retocadas por una
pinza! ¡El pantalón alicaído mostrando los calzoncillos!… ¡Si hasta parece un
retrato de Dalí!
—Pues entonces mi
aula es un museo, porque todos lucen igual…
—¡Cuando yo lo
digo! En mis tiempos los machos eran remachos, sin tantos remaches en la cara
ni areticos afeminados en las orejas. ¡Y ni hablar irse para un campismo!
—Porque no existía
ni hacia falta. Porque —como me ha contado papi— con nueve pesos te ibas a un
hotel y con otros diez comías y te curdeabas… sin contar que al regreso a casa no
llegabas cundido de chinches.
—¡¿Y qué te hace
pensar que yo me iba a un hotel sin el consentimiento de tus abuelos, a ver?!
—Si no lo hacías
eras bien boba…
—¡Pues no lo hice!…
La primera vez que me alejé de casa fue cuando me gradué del pre, los días que
me pasé en Pinar del Río… ¡Y no fuimos a vacilar, pues era una actividad
política!
—¡Sí, y cuando los
cocuyos comenzaban a revolotear, ustedes comentaban el último editorial de Granma!
—¡Claro que no!
También oíamos música, bailábamos, nos reíamos… ¡Pero había respeto! Esa es la
palabra: ¡respeto! Los muchachos de mi aula eran curas franciscanos comparados
con los de hoy día.
—Vamos, mami, no
exageres, que bastante gozas cuando se ponen tú y tu amiga de la Lenin a
cuchichear sobre las tropelías que hicieron aquella semana…
—¡¡¡Habla bajito,
coño, que tu padre puede oír!!!… ¡Y se acabó la discusión: si mañana, cuando
regrese del Taburete, me entero de que te fuiste de todas formas para el
campismo con el esperpento ese, vas a tenerte que zumbar una segunda temporada
conmigo, ¿qué te parece?!
Reglamento
del viaje del reencuentro
Por la Dra. Lidia Matriz Pérez Carrera (desde Melena del
Sur)
La vida nos premia y podemos reencontrarnos en
condiciones diferentes y, sobre todo, siendo distintos por dentro y por fuera,
y mejores. Nos veremos en el escenario donde hace 32 añitos (que no son nada),
realizamos nuestro viaje de graduación, que selló seis importantes años de
nuestras vidas: los de nuestra adolescencia, que nos marcaron, y a los que —queramos
o no— les debemos en mucho la calidad de seres humanos que hoy somos.
En nuestro interior se han desempolvado huellas que
creímos borradas y, para nuestra sorpresa, nombres, caras y situaciones han
vuelto a actualizarse para que nos sintamos, otra vez, con el espíritu y la
alegría de 17 o 18 añitos, con las mismas ganas de divertirnos y de joder, y
con la posibilidad de realizar este anhelado sueño.
Pero como el cuerpo y el espíritu son uno solo, para
evitar que sufra el primero por imprudencias del espíritu joven que se ha
apoderado de nosotros, teniendo en cuenta que estamos al llegar o pasando los
“Maravillosos 50”, y para no perder la costumbre de la escuela de preverlo todo
y normarlo TODO, creímos oportuno plasmar un grupo de sugerencias que normen
nuestra actividad y garanticen el éxito de nuestra excursión:
1) Si padece usted de hipertensión arterial o diabetes
mellitus, u otra enfermedad que lleve tratamiento estable, no olvide tomarse
sus pastillas esa mañana ni deje de echar en su bolso sus medicamentos, no vaya
a ser que por las emociones, el viaje o… lo que allí hagamos, le ocurra algo y se
nos complique la jugada. Ojo a los profesionales de la salud para que vayan
preparados.
2) Si no padece de nada, tampoco deje de echar en el
bolso unas tabletas de Dipirona, porque a nuestra edad lo mismo duele la cabeza
que el dedo gordo del pie. Esta medida es solo preventiva, porque no vamos a
tener tiempo para sentirnos mal.
3) Cuando cierre la puerta de su casa para ir al
punto de recogida, cerciórese de que dejó también los problemas de su
cotidianidad bien cerrados, guardados y protegidos, no vaya a ser que sin darse
cuenta se le hayan metido en la bolsa y cargue con ellos, lo cual sería un peso
excesivo e innecesario.
4) (Sobre todo para las damas, que seguramente
invertirán cuantiosas sumas de dinero en la chapistería, para verse más bonitas).
Mesura: los años no han pasado por gusto y, a pesar de que queremos que nos
digan la bella frase: “¡Pero estás igualita!”, ninguna es igual a la que fue. Lo
más importante no es serlo, sino sentirse bellas, atractivas y abiertas al
intercambio [¡Eso: abiertas al intercambio!].
5) (Para los caballeros). No olviden las gorritas,
para evitar que el cuero cabelludo expuesto, o mejor: la calvita, no sufra
mucha calentura.
6) Como para todos resulta importante la familia que
hemos creado en estos años de ausencia, recuerde no olvidar una foto de sus
hijos y nietos si ya tiene el placer de tenerlos. Esa chochera es propia de
esta edad y no de la que tuvimos, pero es muy gratificante.
7) Por supuesto: borre y olvide viejos rencores y
sentimientos desagradables, que los que vamos lo hacemos por la necesidad de
reencontrarnos con los demás y con nosotros mismos, y el espíritu del grupo y
su energía es muy positiva, es de crecimiento y desarrollo personal y grupal.
No se aísle, ni aísle a nadie, no se ría de otros ni tema que se rían de usted,
que al final todos nos vamos a reír de todos por lo felices que vamos a sentirnos.
8) No reprima emociones, que eso afecta su salud. Se
permiten griterías, reacciones emocionales de todo tipo, pero se limita el
lagrimeo a un minuto por persona, así que lleve decidido con cuál de sus amigos
o amigas quiere hacerlo [¡Mujeres: háganlo conmigo!], en aras de preservar el
medio ambiente y el equilibrio ecológico [¡Claro que todo se preserva!].
9) Si tiene hijos o hijas adolescentes y criticones,
días antes del viaje discuta su vestimenta y lo que pretende llevar al viaje
para evitar disgustos e inseguridades en el momento de la partida.
10) Como somos un grupo profesionalmente heterogéneo
y bien informado —en lo cual radica nuestra grandeza—, serán inevitables
determinados temas de discusión y debate de carácter general como podrían ser,
por pura casualidad, el beisbol o el reordenamiento económico [¡Ah, ¿porque ya
hubo ordenamiento?!]. Candela, eso seguro no faltará, y con la pasión que
siempre nos caracterizó. Por ello, y sin que nadie se ponga bravo, les pedimos
vengan documentados, porque como entre nosotros hay expertos, si nos da por
hablar no nos van a alcanzar ni quince días.
Ya está bueno de recomendaciones y reglamentaciones:
“represiones”, como diría el genial Sigmud Freud. Sencillamente prepárate como
te dé la gana, ve como te dé la gana, déjate llevar por el ambiente que se
genere y disfruta intensamente esos momentos, que es un privilegio, con 50 años,
volver a ser adolescentes.
Ah, no se nos puede olvidar que todo en la vida tiene
un precio. Para todos el precio a pagar por estos magníficos momentos es el
reconocimiento y agradecimiento inmenso a esos queridos amigos que nos han
enlazado y han trabajado tanto desde hace ya varios años en este proyecto.
Propongo un RECONOCIMIENTO ESPECIAL, con MEDALLA DE HONOR y DIPLOMA para EPY y
Maricusa [¡Yo voto con las dos manos!]. Se acepta que alguien confeccione los
diplomas, las medallas, así como proponga otras iniciativas y personas a
reconocer [Por ahí empezaré yo: por tratar de reconocer a las personas].
Un lamentable incidente
La Comisión
Organizadora siente el deber de informar a todos los participantes en Taburete
2 que siendo las 07:00 horas del miércoles 18 de abril, un centenar de
cooperativistas de Gato Encerrado, a solo kilómetro y medio de la comunidad Las
Terrazas, se posicionaron en las estribaciones del lugar y procedieron a tomar
las dos carreteras, tres caminos, once veredas, seis caminos por vereda, veinticuatro trillos y catorce atajos que
conducen a la histórica elevación.
El cabecilla de
los complotados, Apolinar Carrasco de las Canteras —se hace nombrar “El
Manicuro”—, en carta al periódico El
Guerrillero, principal (y único) órgano de prensa de la provincia pinareña,
ha declarado que no permitirán el ingreso en esa comarca de vehículo alguno que
conduzca a los integrantes de la Graduación 6to. Aniversario si estos no les
hacen llegar, cuanto antes, las cinco ediciones del boletín El Globo y les firman un contrato de
suscripción de por vida (pagarán bien). Que no lo aceptan en formato digital
pues el servidor de la vaquería está en taller, y que los cien ejemplares
impresos de cada número deben llegar a su poder en papel bond de ochenta gramos, cubierta de cartulina cromo brillo, y
cuatricomía.
El jefe de la PNR
de Candelaria ha lanzado un ultimátum para la rendición de los sediciosos —pertenecientes
al Movimiento Millonario—, quienes están armados con 104 machetes, nueve limas
y tres multiarados, y aseguraron estar dispuestos a morir en el empeño.
El corresponsal de
la AFP en La Habana, único periodista que ha logrado comunicarse vía telefónica
con el portavoz de los sublevados, ante su solicitud de entrevistar a algunos
de los revoltosos, solo recibió, del otro lado del auricular, una lacónica
respuesta: ¡¡¡Aprenda a escribir primero!!!
Más
lamentable entodavía
Tomen las cosas con calma. Les informo que los libros
Cincuenta cuentos de nuestro Era
(1990) y Obra inconclusa (1994)
fueron publicados cuando el Periodo Especial transitaba por sus años más
exitosos. Ambos títulos, de tanto rodar por el complicado laberinto
imprenta-almacenes-almacenes-almacenes-almacenes-librerías, ya están
completamente agotados. Cada cual a lo
mío (humor en bruto para gente no tan bruta) está incluido en el plan
editorial del año 2013.
Eviten entonces
cosas tan feas como la que acaba de suceder: la Oficina del Historiador de la
Ciudad ha dirigido una carta a la Mesa Redonda en la que denuncia que un
grupúsculo de leninistas de la Graduación 6to. Aniversario hubo de obligar a
una dependienta de La Moderna Poesía a deglutir un litro de Cerelac [¡¡¡criminales!!!] solo porque la pobre señora, ante el
reclamo desesperado de dichos ciudadanos, les respondió que ella ignoraba quién
demonios era el Era ese.
Tengan la seguridad —es una promesa— de
que a su debido tiempo los pondré al tanto, A TODOS, de su salida de imprenta,
para que obliguen a los organizadores del Sábado del Libro a trasladar su sede
habitual de la Plaza de Armas a la Plaza Vieja del propio Casco Histórico.
Para mí está claro, espero que para ustedes también, que estamos hechos
puro casco, pero hay que guardar la compostura.
Anecdotario
Un clavado saca a otro
Por
Ofelia Pavone Pérez
Bouza… Ulises se refirió a él y, según fui leyendo,
imaginaba la gran maleta de cuero carmelita, sumamente pesada, que lo
llevaba siempre encorvado, y su paso lento. Me parece estar viéndolo.
La guarandinga y los paquetes de gofio para el campo…
¡Qué merienda tan apropiada! Parece broma, pero era ¡de madre! cuando aquello
se pegaba seco en la garganta. Peor aún (seguro alguien recuerda): batida de
gofio en el campo o en la misma guarandinga, y llegar al albergue llenos de
gofio de pies a cabeza [¡Cuánto quisiera ahora, después que me quitaron el
almuerzo, llegar a casa lleno de gofio de la cabeza a los pies!].
Las piscinas… ¡Son tantas las anécdotas que recogen!
Las mantenidas competencias entre Narciso y Rodolfo, cada cual con su clan de
fans. A decir verdad, los dos eran buenísimos, y nadie sabía nunca quién iba a
ser el ganador.
¿Y del tanque de clavados, qué? Piruetas esmeradas
como las de Hugo D’Acosta, desde el último piso del trampolín. Normalmente se
acompañaba de otros clavadistas, no tan técnicos, pero igualmente
espectaculares. El choque con el agua podía ser de cualquier forma
inimaginable. Más de uno se accidentó en nuestros espacios recreativos de la
piscina. Que conste que, aunque me los calle, recuerdo con exactitud cuentos de
casi-ahogados…
De hecho, a Miriam Gutiérrez (Millo) y a mí, en algún
momento, se nos ocurrió pasar por esa área especial. No nos fue demasiado mal
mientras se trató de ejercicios de elasticidad en tierra, pero cuando el profe
nos llevó al tanque a una “prueba de valor”, se armó lo lindo: ambas comenzamos
por la plataforma, luego primer y segundo piso… y hasta ahí todo bien. Millo se
convenció de no querer subir más, pero yo insistí en añadir más altura. Ya
estaba en el cuarto cuando se me ocurrió mirar para abajo, y de repente la
piscina se me convirtió en una taza de café. ¡Y parampím, parampeta, se chivó
la bicicleta! ¡Nada de nada!: a esta flaca, que para entonces llamaban Grillo,
no había Dios que la hiciera tirarse, y el tiempo pasaba… y se llenaban las
ventanas de los albergues de varones, desde donde rápidamente comenzaron a
escucharse silbidos, risas y gritos: ¡qué papelazo!… El profe: desesperado
conmigo… Al sonido del cambio de turno y más allá de mi ego y mi dignidad
enturbiada, escaleras abajo dieron cuenta de mi velocidad… hasta que estuve en
el último escalón y luego en tierra firme.
Di
por qué (dime, abuelita…)
Por Humberto Cornillot García
¿Por qué Aquilino
se llevaba la comida del comedor?
¿Por qué la moto
de Eber caminaba con fango como combustible alternativo?
¿Por qué la
bicicleta del piscinero la fregaban en el tanque de clavados?
¿Por qué el auto
de Sonia Romero y algunos picolinos transitaban por la escuela después de las diez
de la noche?
¿Por qué en grado doce cambiaron la hora de dormir para
las doce de la noche, si estábamos en
exámenes?
¿Por qué MARA
(Manuel Alberto Roque Arias) tenía tanto genio?
¿Por qué los laboratorios de
Química y Física se convertían en Centros Nocturnos?
Una picúa que quería hacer tortilla...
Por Alfredo Rivera Delcourt
Una de las veces que más me he reído en
mi vida fue por causa de Ameijeiras y de Raúl el Guajiro. Lo más probable es
que ellos dos ni se acuerden. Fue en el Balatón[1]
de Varadero, un viaje turístico en un bote de velas por los cayos del norte de
Matanzas con duración de una semana. Lo resolvió Hugo D’ Acosta. Solo teníamos
dinero para cinco personas, pero fuimos ocho. ¿Se imaginan?: con quince años, ser
marineros (en sentido no figurado). Y
para colmo de males el segundo día perdimos la careta de pesca submarina.
Un día por la noche, en la cabina
del bote, estábamos obstinados, aburridos y con hambre caníbal (en sentido no figurado). Ameijeiras siempre se burlaba de
las nalgas de El Guajiro y empezó a golpear el casco del bote (por dentro, por
supuesto):
—Raúuul… Soy
una picúa que quiere hacer tortillaaa…
Empezamos a reírnos a más no poder.
Ahora parece estúpido el motivo, pero no sé si era por causa de todo lo
anterior o que ya estábamos enloqueciendo, pero el caso es que nos entró una
risa contagiosa que no podíamos parar.
El día de la fiesta que se hizo
en casa de Ana María Cotera me encontré con Carlos Pérez y hablamos del famoso
Balatón de Varadero. Ni me imagino que dirían en aquellos días los de las otras
embarcaciones:
—Mira a esos abelarditos (el bote lleno
de machos, sin jevas, ni comida, ni avíos de pesca…). Mejor se hubiesen quedado
en casa con su mami.
Pero a pesar de toda la inexperiencia
y el hambre, fue una semana de casi-náufragos inolvidable.
[Nota del editor: Interesante el juego intertextual que nos
propone el autor entre la picúa (referente fálico-lesbiano] y las nalgas de El
Guajiro, que aluden subliminalmente a los campesinos cubanos, a la retaguardia
mientras no aseguren el condumio de sus compatriotas. Lo que no queda del todo
claro es qué tiene que ver una cosa con la otra, pero es sabido que explicar un
chiste es cosa bien difícil. En lo que sí no coincido con Alfredo es cuando
afirma: “Ahora parece estúpido…”. Querido amigo: eso de reírse por una picúa
tortillera es estúpido ayer, hoy y siempre].
[1] Balatón: (1) Maratón que se realizaba en embarcaciones
de Bela de la Dársena de Varadero en
las décadas del 70 y del 80. (2) “Pa’llá ba
el latón”. Aviso que suelen utilizar los trabajadores de Comunales para
anunciar que han lanzado el recipiente con basura. (3) Municiones que utilizaba
Tom Sawyer para su revólver en la novela del mismo nombre.
El
encuentro
—Sí, son muy…
—Cuánta nostalgia, ¿eh? ¿Te acuerdas cuando marchamos
frente a la Embajada de Perú? Hace unos años la borraron del mapa para
construir un hotel: ahora más bien se
parece a Cayo Club, jajajá…
Cambiando de contenido: ¿tú sabes a quien recogieron como cuatro cuadras más
abajo de donde yo vivo?: la rubia a la que le puse un sapo en su taquilla para
que saliera espantada del albergue y pudiéramos comernos en paz el tocinillo
que nos trajo de tu casa la madre combatiente. La muy tonta subió al ómnibus y
me dijo después del saludo: “Te he echado de menos”, y yo presta le riposté:
“Pues échame más, porque tengo hambre”, jajajá.
—Yo…
—Se mantiene muy bien, hay que decirlo, pero el
marido está mejor, debe ser más joven que ella. Venían apretando en todo el
trayecto, parece que en la casa no pueden hacerlo. Sí, porque a pesar de la
cantidad de años que llevamos doblando el lomo, hay gente aquí que quisiera
mudarse de nuevo para el bloque H de la Lenin, con literas y todo… ¡Se veían cada
cosas desde nuestro albergue…! No se me borra de la memoria aquella pareja que
salió corriendo medio desnuda de la turbina para que el piscinero no los
agarrara en el acto… ¡y qué acto!, jajajá. Bueno, eso era mejor que hacerlo en
el cubículo: no sé si recuerdas a la mulatica (¡mírala, mírala allá!) que ponía
una frazada de cortina para que el novio se colara en su cama, a los ojos de
todas nosotras… Yo no podría.
—Yo tampoco.
—Todo en exceso es malo, aunque todo en el sexo sea
bueno, jajajá. Lo infernal de las becas es que son pasto de muchas barbaridades
que los jóvenes, en sus hogares, nunca harían. No dudo que esas cosillas hayan
influido en la decisión —fresquita está— de darle tierra y pisón a las ESBEC e
IPUEC, que de escuelas en el campo pasaron a ser “secuelas en el campo”,
jajajá… ¿Aquel del pulóver a rayas no es el que fue novio tuyo y partió a la
Erre Dé Á a estudiar Pastos y Forrajes? Hiciste bien en darle koniec a ese
noviazgo, porque después de cinco años codeándose con alemanas ¿tú crees que iba
a regresar a recogerte? La señora esa que trajo al Taburete no parece germana,
pero sin duda estuvo ligada a la misma carrera: ¡es una vaca!, jajajá… seguro
nada más oye a la Comelata Romeu,
jajajá… ¡Ay, me orino! Yo, por mi cistitis, no puedo hacer esto, me lo ha dicho
mi urólogo, un tipo que siempre anda apurado porque dice que “el tiempo es uro”, jajajá… No pongas esa cara, tú
sabes que yo soy la mata, la jodedora de siempre, te reías muchísimo conmigo…
—Si me dejaras hablar…
—Ay, chica, disculpa, no te molestes, es que estoy
estresada con esto de verlos a todos después de montón pila burujón puñao de
años… Mira a aquel de la gorra verde olivo: ¡pobrecito!, tan desmejorado… Al
principio creí que venía a servirnos de guía como sobreviviente de la guerrilla.
¿Y qué tú me dices de la que fue jefa de albergue en grado 12? Esa voló a
Italia a estudiar Pastas y Macarrones, una carrera rarísima que puse de primera
en la planilla, pero ella me la tumbó para, en definitiva, dejarse pasar la
aplanadora por encima: fíjate que su piel es el vivo reflejo de las olas de
asfalto que retoñan frente a las paradas, jajajá. Yo pensaba que los
carbohidratos de los espaguetis duraban en sangre —más si son italianos—, pero…
¡qué despiste!: no hemos hablado de ti: ¿dónde trabajas?
—En el MININT.
—¡Uyuyui, qué embarque! No he dicho nada
comprometedor, ¿verdad?… Ahora dime por qué no seguiste enyuntada a mí, si yo
te proporcionaba buena suerte. Verdad que en onceno nos separaron en grupos
diferentes y casi te perdí de vista. ¿Qué unidad te tocó a ti?
—La del Cotorro.
—Jajajá, eso te quedó bien. Ya me extrañaba que no
pusieras uno de los tuyos. Aunque el chiste hubiera alcanzado más categoría si
decías “Vento”, pues allí por lo menos hubo una filial… Ah, mira, vienen a
traernos la lista para que firmemos. Pon tu nombre primero.
—Yo vine de acompañante. Fírmala tú y llévasela
después a mi marido… el guerrillero.
¡Muchas felicidades!
Ileana Alonso (por siempre y
para siempre) (19-4-1962)
[Gorda: estarás con nosotros.
Irás acompañada de tu destartalado Lada, el mismo que iluminó con sus pinturas
tanto bache de La Habana. Llevarás también tus cuadros, pinceles y artesanías,
tu sonrisa de cubana jodedora, y esa humanidad que pesaba más que tu cuerpo].
Vilma
Jay (21-4-1962). [Vilma: tendremos un pensamiento para ti antes, durante y
después de escalar el Taburete el ya legendario día de tu cumpleaños. ¡¡¡Felicidades
reiteradas!!!]
A los que no tienen
correo por culpa del bloqueo o su máquina está bloqueada por un desliz del correo.
A los que rogamos
enviaran su fecha de cumpleaños, pero nacieron para vencer y no para ser (con)vencidos,
A los que tendrán
la desgracia de cumplir años después que cierre El Globo.
Y a los que les produce
vergüenza llegar a tan venerable edad.
A todos, con todos
y para todos:
¡¡¡Felicidades!!!
Acúsenos
si lo recibe
¿Ya
le tomaron el pulso a la situación? ¿Se han medido la presión arterial en estos
días? ¿Cómo están las sístoles y las diástoles de esos corazoncitos? ¿Podrán
soportar las emociones que se avecinan?
Médicos
de la Graduación 6to. Aniversario
Jorge:
Aquí
tienes la opinión sobre el boletín de Cary Núñez, quien vive en Inglaterra y es
nuestra enviada especial allá en el Palacio de Buckingham.
Besos:
EPY
Edelmira:
¡Me muero de envidia por compartir con ustedes la escalada del
Taburete! Me
encanta el boletín y espero con impaciencia el próximo número.
No sé exactamente en qué fase están las gestiones del almuerzo,
pero me encantaría ayudar, así que se me ocurre que podrías llamar a algunas personas
que quizás te den “una manito”. Llama al telf. 048 578600 y pide que te pongan
a Oti (guía de turismo de Las Terrazas). Dile que llamas de parte de Cary, la
guía de Havanatur, para ver si él puede coordinarte algo en el Complejo o
ponerte en contacto directamente con la dirección del mismo. Al fin y al cabo,
ellos tienen la infraestructura y quizás te puedan dar un precio módico, de
manera que ambas partes queden satisfechas. Estoy pensando en “La Casa del Campesino”,
el restaurante de la casa de botes o el del río San Juan. Podría ser algo rústico
e informal. Quién sabe si al Complejo le resulta factible cocinar en sus
instalaciones y llevarles el almuerzo, en cajitas o en cantinas, a un punto
acordado en la Sierra del Rosario.
Si no encuentran solución en Las Terrazas, pídele a Oti que te ponga
en contacto con Isidro, Cecilia o alguien de la zona, a ver si ellos conocen a
alguien en Candelaria interesado en alimentar a tropa tan singular.
¡Suerte!
Saludos:
Cary Núñez
Esto
se pone cada vez mejorrrrrr…
¡¡¡Gracias,
Cary!!!
EPY
[Los
tres correos anteriores debieron ser publicados en el no. 4, pero se me
extraviaron entre la madeja de cosas que guardo para incluir en El Globo. Su inclusión en este es imprescindible,
para que el batallón compruebe todo lo que se ha sudado, y cuánta gente lo ha
hecho, por nuestra causa. Es testimonio además —doy gracias anticipadas a Cary—
de que estoy muy cerca de ser invitado como reportero para cubrir las próximas Olimpiadas
de Verano en Londres… No te precipites, querida amiga, con el asunto de la
visa, pues juraría —debo consultarlo en mi plan de trabajo— que los días del
magno evento deportivo coinciden con una visita de control y ayuda a Calimete,
y ardo en deseos de conocer ese pueblo].
Tembitas:
El Era volvió a parir un boletín y va por cuatro. Por favor: cuando respondan sobre el tema de la
comida, digan qué plato quieren para hacer la reservación desde aquí. Pese a lo
explicado, algunos no entienden. Háganlo rápido, porque me mudan hoy de oficina
y eso implica estar fuera del aire por un rato. Si no pueden, llámenme a la
casa: 203-0335.
¡A moverse!
Besos,
EPY
Edelmira:
Le dices al gerente del
restaurante que mi bisté lo quiero de vuelta y vuelta. Que exijo incluya en el
congrí algún que otro seboruco para acordarme de la beca. Que a mi libra de
carne de puerco le adose un hueso, pues mi vicio polleril no me permite estar a
gusto si no chupo un fragmento de esqueleto. Y que después que le suprima las
cebollas al kilogramo de fibra del chama mío, le reste cinco pesos a mi cuenta.
Besos y abrazos:
Era
Tatiana:
Veo
que entraste en la escuela a los tres años de nuestra partida. Yo también
ingresé con esa edad, a finales de agosto de 1974, a los siete meses y pico de
su inauguración. Casi la estrenamos. Mi generación vio aparecer muchas cosas, hasta
la construcción del segundo tanque de agua de la escuela.
Muchos
de los hijos de mis compañeras han pasado y están ahora mismo allí. Mi hijo,
que estudia cuarto año de Ingeniería Automática en la CUJAE, es de la
graduación 33. Era de la Unidad 3, cuyo director era Marcelino. Si todavía está
allá, dile que la mamá de Alejandro Ramos, el de los fijadores en el brazo, le
manda un beso bien grande.
Si
el profe Morejón sigue ahí, le dices que sus alumnos lo recuerdan con mucho cariño,
al igual que a Carbonell, de Educación Física. Son veteranos que también dieron
clases a nuestros hijos. Si se embullaran a ir, serían muy bien recibidos.
Nada, que si sigo escribiendo no te dejaré trabajar y son demasiadas cosas para
contar.
Cuando lo consideres, vamos allá y le llevamos las
fotos y otros presentes. Solo tiene que poner la fecha y buscar la mejor
ocasión. Además, nuestra escuela puede contar con esta tropa para lo que sea
necesario. Estamos dispuestos a ejecutar cualquier tarea para que se recupere
del inevitable paso del tiempo y se mantenga por siempre.
En
el Salón de Historia tienen un cuadro de Maritza Hernández, sicóloga y pintora
de nuestra graduación. Ella lo donó a la escuela en enero de 2004, con motivo
del aniversario 30 de su fundación. Es una bella composición hecha con los
elementos del monograma. Le adjunto nuestro sello. Muchas gracias por todas tus
atenciones y esperamos conocerte pronto.
Un
beso,
Edelmira
Edelmira:
Te
cuento que Marcelino aún está, ahora reciclado como director de Unidad, porque
después que se graduó el ciclo de su hijo, pasó a ser el subdirector general
para las inversiones, la reparación y el mantenimiento de la escuela, y con
posterioridad cubrió un curso como subdirector de administración general, hasta
que lo devolvimos a su fuerte: al frente de la Unidad 3, que cierra ahora el
ciclo de la graduación 38, para iniciar el próximo con 10mo. de la generación
41 de graduados de la Lenin. Aunque más viejo, también más interesante; le dio
por mujer joven, que es nuestra jefa de Contabilidad, y tienen un niño pequeño
de 5 años que se encorva y camina igualito a él (broma), pero sigue siendo
EXCELENTE.
Morejón,
aunque jubilado, se reincorporó. ¿Adónde irá que mejor lo quieran? Continúa
viviendo en el edificio de trabajadores y ahora, viejísimo, feísimo y
peleonsísimo. A Carbonell lo creí mejor tipo, al menos más conservado (vaya, lo
que se ve: la cáscara), pero resulta que desde enero lo he visto cojeando y
agarrándose la cadera; le pregunto y la respuesta no la encuentro clara: “Este
que yo, eee… este que yooo...”. En fin, no me parece que alguno sea buena
compañía para esa expedición de atletas de alto rendimiento y voluntad. Agradece
a tu compañera Yamila la misiva que me ha enviado. Les pido organizar algo en
cuanto retornen de la Loma, para compartir acá, en la escuela de todos los
leninistas. Un abrazo de una más. Chao.
Tatiana
Viera Hernández, directora del IPVCE Vladimir Ilich Lenin
Lenineros o taburetanos:
Saludos del Piwi y de Remi,
que recién nos visitaron.
Humberto Cornillot García
(crs@cubanacan.tur.cu)
Telf: 836-4091
Como
ustedes saben, el próximo 19 de abril es el cumpleaños 50 de nuestra amiga
Ileana Alonso. La invitación del adjunto es para asistir a un espacio que ella
creó, que tendrá lugar en la Casa del Alba el jueves 19 y el viernes 20. Este último día habrá un
concierto-homenaje a las ocho de la noche. Así, al día siguiente, nos iremos pa’ la loma bien protegidos.
Besos,
EPY
Jorge
Como no tengo palabras para expresar lo bueno que están estos
boletines, mejor que quedo callado… Gracias a su circulación recibí un email de
Juan Manuel Ameijeiras, alguien del que solo tengo recuerdos agradables.
Yo creo que todo el mundo tiene una lista de los momentos en que
más se ha reído en su vida y en mi Hit Parade (¿les recuerda algo esa frase?)
de risas, Ameijeiras fue responsable de una de ellas. En su email me pregunta
si me acuerdo de él. Le respondí recordándole la famosa anécdota que adjunto
[ver pág. 23 ].
Un abrazo:
Alfredo Rivera Delcourt
¡¡¡A
mis taburetinos!!!:
¡Bendito
jueves! Y es que para mí, para quien los jueves generalmente representan un día
de reunionismo sin fin, hace un mes he descubierto en este día de la semana
nuevos incentivos que me hacen desearlo, añorarlo. Hoy, por ejemplo, después de
caminar media Habana, bajo un sol de abril que parece julio, y habiendo sido
peloteada de un lugar a otro, he tenido un día literalmente agotador: me duele
cada hueso, y tengo ampollas en los pies… Pero abrir la máquina buscando el boletín
ha sido un acto casi automático, lleno de ansiedad y anhelos. ¡Y ahí está,
nuevamente!, dando continuidad ininterrumpida, renovando, recordándonos,
ayudándonos a conformar imágenes de los nombres que aparecen y las historias
que se rememoran. ¡Y es tan lindo, tan gratificante! Como dijera alguien de los
tantos que ha escrito (no recuerdo quién): deberá ser una idea para no
abandonar, aunque lógicamente no mantenga la frecuencia que tiene ahora.
Jorgito:
me emocioné mucho al leer todo lo que narraste sobre los boletines impresos de
Iliana. De más está suponer el efecto que te debe haber causado. En fin, amigo,
que de esta no te escapas. Y si, como nos has mostrado, realmente querías ser
escritor y periodista, pues ¡adelante, maestro, que la mesa está servida!
Y
ahora no sé adónde irá esto. Le mando un abrazo al profe Osvaldito, ¡qué bueno
saber de ti! ¿Vas con nosotros al Taburete?
Ahí
les va una anécdota [ver pág. 21]. Claro que hay más cuentecitos... pero no se
afilen los dientes que, por hoy… ¡es suficiente!
Quedan
menos días para lo que ocurra en el Taburete. Ya veremos exactamente que pasará.
Me parece muy oportuna la idea de los cubitos de hielo; podríamos agregar algún
analgésico para los dolores musculares y óseos (jejé), pa' to’ el picotillo en
que nos vamos a convertir. Coincido, Edelmira, que seguramente otros elementos
esenciales de aquella época no los necesitaremos ahora.
¡Ánimo,
muchachitas y muchachitos! Como citó Jorge en una de esas canciones que sacó
del fondo de cualquier baúl: “¡Alegre y sonriente, es nuestra juventud, de
hoy...!”.
Nos
vemos. Un abrazo con cariño:
Ofelia
Pérez
¿Te
leíste el boletín?
EPY
Por
supuesto que lo leí, por poco se me va la guagua del trabajo porque estaba en
la Feria y vine a leerlo tarde. Con el dis y con el mulo, ya Jorgito tiene un
montón de colaboradores… estaba larguito [largo este…]. Le voy a decir que
lance un concurso de dos o tres páginas (que el tiempo no alcanza) sobre
la experiencia después de subirrrrrrrrrrrrr la loma y de lo que pase en el
encuentro, con jurado incluido para premiar los tres mejores. El problema es
ver de qué forma podemos mantener esto, que es tan bonito y estimulante para
todos.
Besos:
Ana
María Baldor
Jorge:
Aquí
te envío los poemas que escribí en mi juventud, para compartir contigo algo muy
personal. Como verás, tienen influencia de Mario Benedetti y de otros autores de
la década de los 80. Mirándolos en la distancia y con espíritu crítico, están
algo cursis, demasiado simples, pero lo mejor que tienen es que recogen los
sentimientos más puros de una estudiante enamorada, por eso los quiero tanto.
Como
no pretendí (ni pretendo) publicarlos, nunca los sometí a crítica alguna o
valoración de otros, así que tienes el privilegio (por ser mi amigo) de ser una
de las pocas personas que conoce que algún día desahogué mis sentimientos
escribiendo en un papel.
Creo
que ya cumplí: No escribí un libro (sí al menos cinco poemas), pero sembré
muchos árboles y tuve una hija (jajá). [Nota del editor: yo tuve un libro,
escribí un árbol… y sembré un hijo].[1]
Que
no te dé pena hacerlos talco (aunque me vanaglorio de haber leído cosas mas
cheas, jajá).
Saludos,
Anicia
Fuentes
Edelmira y Yamila:
Me he leído todas las ediciones del boletín que me
han mandado y lo he disfrutado muchísimo. Gracias. El boletín está muy bueno,
he recordado muchas cosas que las tenía en “archivo pasivo”, jajajá. No voy pa’
la loma, pero dudo que los “achaques” me hubiesen dejado llegar al final. Pero
ya nos veremos…
Creo que lo mejor que hemos logrado los que
estuvimos en la Lenin, en especial en sus primeros años, es mantenernos como un
grandísimo grupo, con un increíble sentido de pertenencia y cariño a aquella
escuela.
Además, me encanta que mantengan el sentido del
humor y tanta frescura, cualidades indispensables en el mundo actual.
Un beso:
Baby (Bárbara
Betancourt, profesora de Español y Literatura).
Cada
vez que leo el último boletín, pienso que el próximo no podrá alcanzarle, pues
el último es el mejor y va a ser difícil de superar, pero luego llega otro y
veo que estaba equivocada: el anterior se quedó nuevamente corto.
Muchas
gracias por la iniciativa; apoyo la solicitud de no dejarla morir, pues, como
alguien dijo, mueve las neuronas y las hormonas… Gracias por ayudarnos a
conservar las memorias de esa época tan feliz, que sin lugar a dudas determinó
nuestro comportamiento y vida futura.
Nos
vemos el 21.
Un
beso
Ily
Queridos
ex compañeros:
(Una
vez dijo un viejito en el campo, no me acuerdo a quién: “¡Compañeros son los
bueyes!”).
[1] La frase es de Eduardo del Llano, y la decía yo en un
número teatral de Nos y Otros que se titulaba Sacrificio.
Gracias
por reenviar el boletín (el primero que me llega al correo). Les deseo mucha
diversión en el Taburete (yo, en la graduación, llegué con las justas arriba).
Por razones de lejanía no puedo ir, y quiero agradecer a todos los que con
ánimo de historiadores han guardado las reliquias de los buenos tiempos de la
Lenin. Yo, con tantas mudanzas internacionales en mi haber, ya perdí todo
documento histórico de esas épocas, aunque hace unos años mi papá me trajo la
insignia metálica y un pañuelo firmado por varios compañeros. Los atesoro. Me
dieron pie para contarles a mis hijas algunas de las más sonadas anécdotas (que
se podían contar) de aquellos tiempos.
Actualmente
(hace 25 años, jejejé, qué actual) vivo en Piura, Perú. Estoy casada y tengo cuatro
hijas (la mayor, de 26, también casada, me regaló una preciosa nieta de 5 años).
Mis gemelas tienen 23 y terminaron la Licenciatura en Teología. La menor tiene
19 y estudia Comunicación en la universidad. Trabajo desde hace muy poco en un hogar
para niños con parálisis cerebral y otros problemas; anteriormente trabajé como
profesora de Alemán en la Universidad de Piura y como administradora de su
centro de idiomas.
Hace
veintitrés años que no he vuelto a Cuba, pero, si Dios me lo permite, en algún
momento regresaré para saludarlos a ustedes.
Que
la pasen muy bien y se diviertan mucho. Mi cumpleaños es el 13 de febrero. Este
año he cumplido 49, así que celebraré mis cin-cuenta en el 2013.
Yeranis
Valdés Roig
Jorge:
Gracias
hermano, por los saludos y por el boletín. Dentro de un rato le echo una
ojeada. Sí, yo me gradué de la Lenin en el 85. ¿Cuándo te graduaste tú? ¿Conoces
la página de la Lenin: www.lalenin.com?
Deberías mandárselos a ellos también. Eida y los niños están bien. Yo, creo que
también. Un abrazote. Te quiere:
Enrique
(Enrique del Risco)
Hola, chicos (y chicas). Me
han encomendado una tarea: deben recordar a Liliana Pita Batistapau, la gorda. Ella
sigue en Cuba y se enteró por mí de este grupo y del Taburete y de los
boletines. Está loca por contactar con más gente y por ver los boletines.
Chavito: no sé si a través de ti o de alguien puedan contactarla; ella me dijo
que les diera su correo: anapb@infomed.sld.cu
Bueno, ya está dicho. Ahora
los que puedan y quieran, ya saben: un abrazo a todos.
Jorge
No
te pude devolver la llamada porque en mi agenda solo tengo el número de tu
casa. Disculpa que te haya cortado la amena conversación con la que ya me tenías
con lágrimas en los ojos, pero mi jefe me bajó a la realidad, pues estaba
apurado con que le entregara un documento.
Muy
buena la idea que me comentaste. Ya no tengo mucho más que aportar, pero me
ofrezco para revisar textos si hiciera falta (pero tú eres buen editor, así que
no creo que haga falta). Sigue así, que vas bien. Eso da mucha realización
personal. Me alegra que a ti en lo particular (en tu condición de amigo y
escritor) te hayan gustado algunos de mis poemas.
Nos
vemos el sábado:
Anicia
Fuentes
Edelmira:
Voy
en esa del Taburete. Jorgito me dijo que te escribiera. Apúntame con pollo para el
almuerzo. Yo vivo en el Vedado, en 19 y 12, así que me dirás dónde cojo la
guagua.
Un
beso:
Eduardo
del Llano
Filo:
Qué
bien que me escribes, pero Jorge te dijo que lo hicieras desde hace rato. Ahora
estás en lista de espera. No te preocupes, que espero fallos esta semana. Sólo
tienes uno delante de ti.
Besos,
EPY
Buenísimo
el boletín, nos ha hecho alejarnos del alemancito. No he podido mandar las
imágenes prometidas, pues estoy enredada con mi mamá enferma, pero como espero
que esta espectacular publicación continúe, las mandaré en cuanto pueda.
Al
leer los nombres de los que han escrito, me he acordado de los mejores años de
mi vida, en los que crecí y aprendí a tener independencia y criterio. Mi mamá,
muy buena, pero con educación a la antigua, me tenía, hasta esos dichosos 11
años en que comencé en la Lenin, con régimen de monasterio, y no es que yo haya
sido de las más despiertas, pero sí me hizo girar la vida y no me arrepiento de
nada de lo que he hecho después de eso.
Por
cierto: mi mamá quizás alguno la recuerde, era María Castillo, y fue del grupo
de abnegadas madres combatientes que nos ayudaban a quitar el churre de los
baños de nuestros albergues, recogían los uniformes al final de curso y nos
llenaban la barriga con las chucherías del Parque Lenin cercano, amén de otras
actividades. Debemos también un recuerdo a ellas, y que conste: no sólo por mi
mamá [Mayra: casualmente, Luis Riverón me había prestado hace dos semanas el
carnet de madre combatiente de Alicia y escribí el comentario que aparece en la
pág. 12. Ojalá tu mamá se sienta retratada en él. Dale un beso de nuestra parte].
Para
los que no lo saben: Rodolfo y yo aún seguimos juntos, increíble en esta época
en que el divorcio es rutina, pero parece que somos las dos mitades de una
misma naranja. Tenemos tres hijos: Rodolfito, de 24, diseñador gráfico; Iris,
de 22, se gradúa de Contadora este año (leninistas también los dos); y Emilio,
de 16 (no leninista, pero muy buen mozo), futuro mecánico: ya sabe desguazar
carros y en los próximos cursos aprenderá a armarlos.
Nuestra
hija nos dio una bella nieta que ya nos tiene babeados. Todo parece indicar que
será término medio entre abogada, rumbera o dirigente, ya se imaginan por qué.
En el Taburete nos vemos y les enseñamos fotos. Rodolfo es práctico de puerto y
yo logopeda y terapista floral. Nuestro hobby actual: la agricultura en el
techo [Mayra: me tranquilizas: yo pensaba que la agricultura estaba en el piso]
y los bonsaís. ¿Quien lo diría?: la cabra siempre tira pal monte… no se pueden
ocultar las raíces campesinas.
Gracias
a todos mis compañeros y profesores de entonces —de los cuales veo muchos
nombres en las notas—, que me ayudaron a tomar mi camino.
Me
gustaría que me escribieran o llamaran para recordar viejos tiempos. Este mes
estoy en la casa cumpliendo mis deberes de hija, pero el 21 nos vemos sin falta
aquellos que estaban en mi grupo o nos conocíamos de andanzas.
Margarita
Fernández: claro que me acuerdo de ti; te escribí un largo correo, pero parece
que no te llegó. No importa, te vuelvo a escribir pronto.
Ileana
Filgueiras, Maritza Ravelo, Luis Riverón, Ileana Álvarez, Abelardo Mena, ¿se
acuerdan de nosotros? Escriban.
A
todos: no me han llegado muchas fotos, quisiéramos verlas. Prometo enviarles
las que yo tengo.
A
Marla, EPY, Luz Virginia, Eduardo del Llano, Alfredo Rivera, y otros
colaboradores, saludos, y por favor, por favor, CONTINÚENNNNNN.
Ileana
Valdés: ¿cómo sigues? No sabía nada, espero que todo vaya bien, llámame.
Luz
Virginia, por favor: reenvía este correo al listado que tienes. Yo no he podido,
pues infomed me dice que son demasiados, como si los amigos sobraran. Por favor:
sírveme de puente, o dime cómo hacerlo, no soy muy ducha en esto, mil gracias.
Nuestro
teléfono es 642 30 85
Un
beso y nos vemos,
Mayra
Ferraz (yo soy la que escribo) y Rodolfo Somonte (me da apoyo moral para que
escriba y se ríe de todo lo que ustedes cuentan).
Hola,
Jorge:
No
sé si te acuerdes de mí, yo al menos sí de ti: vivía y vivo en Marianao y
fuiste con Alfredo a mi casa cuando ya estábamos en la universidad.
Conocí
de la entusiasta expedición a través de los boletines que me ha mandado mi
amiga Ileana Hechavarría Pantoja, quien me ha animado a participar, y a
pesar de que ya queda poco tiempo, quisiera saber si puedo montarme al tren y
escalar como hace XX años la loma del Taburete.
He
disfrutado cada uno de los boletines. Me ha alegrado tanto entusiasmo y he
revivido los seis años en la Lenin y la graduación.
Dime
si estoy a tiempo de participar, y si es así, te pido me mandes la información
para incorporarme.
Un
beso,
Lupe
[Querida
Lupe: llámame urgente al trabajo (835-1922, ext. 111) y trata de comunicarte de
todas formas con Edelmira (866-4552, ext. 179). Claro que me acuerdo de ti, yo
tengo la mente clarísima… tanto, que juraría que todos están equivocados: la
escuela no se llamaba Lenin, sino Vladimir Ilich].
Carlitos
(Yisu):
De
este gran listado de direcciones de correo electrónico solo
identifico a Belkis Galindo. Luego de leerme el magnifico boletín que están
circulando, identifico o recuerdo a Ana Maria Fernández Cotera, excelente amiga
de esa inolvidable época; Ileana Echevarría, vive o vivía en Mulgoba o en sus
alrededores, es también una amiga que no olvido. Es posible que conozca muchos
más y hasta nos unan lazos de amistad, pero, como sabes, yo soy de un año menor
al de ustedes y por ello es que no logro identificar a otros. No obstante,
aprovecho la oportunidad para felicitar a las personas que han tenido tan
brillante iniciativa, la que posee un elevado sentido de humanismo y
compañerismo. A pesar de yo no formar parte de tu graduación y no haber
escalado el Taburete, me he sentido parte de ustedes. Siento una envidia muy
sana por ver la manera como se comunican luego de tantos años, muchos sin tener
contactos con los que hoy intercambian sus vivencias y experiencias.
También
mis saludos y un fuerte abrazo para todos, ya que si bien no nos graduamos
juntos, sí pasamos por la bella experiencia de haber estudiado en este hermoso
centro que ha servido de escenario para que surjan amistades convertidas en
sentimientos de hermandad entre varias generaciones. Ustedes todos son un
ejemplo viviente de ello.
Para
ti un fuerte abrazo y te exhorto a continuar aportando tu granito de arena
para consolidar esta nueva y bella experiencia. Ofrezco mi apoyo en lo que
pueda ser necesario para alcanzar tan noble fin.
Carlos
Carranza Valdés
Mayra:
estas fotos están estelares. La tuya en la piscina es la mejor, sobre todo
porque se ve un decorado —que ya no existe— en la cornisa del gimnasio. Se las
estoy pasando a Jorge y a Fátima, que no se cómo se coló en una de ellas y
seguro que ni se acuerda.
Iliana:
Búscate aquí. Te ves con tu hermana.
Gracias
a Deroyma.
Besos:
EPY
Hola,
queridas María Elena, Edelmira, Yamila Cohen, Fernández Era y demás implicados. Mil gracias una vez más por
hacerme llegar, con los boletines 3 y 4, el calor de esa tropa que ya ha echado
a andar locomotora en mano hacia El Taburete.
Me
trasmitieron justo el amperaje (¡y el voltaje!) que necesitaba para soportar el
frío que hace aquí hoy, y la soledad que hace sentir siempre lejos de los
amigos (y de las palmas, ¡que caray!).
Me
sumo a los que dicen que ser egresados de La Lenin “es una estirpe”. No importa
de qué lado del Atlántico o del Caribe se esté: lo que cuenta es que “eras de
La Lenin”.
No
hace falta mucha lata para sacarnos una sonrisa gratificante. Basta decir “profe
Bouza” o “profe Matos, de Geografía” (qué flaquito, como recorrió cuanta cueva
hay en la cordillera Habana-Matanzas con las trece niñas del círculo de interés
de Geología). ¿Y qué me dicen de Demetrio, de “La Pavita”, de Caín, Pepe y Chilín?
Para
“los de La Lenin” los gallos de Mariano son, más que murales, testigos eternos
de amores y fumaditas prohibidas (menos mal que no cantan…).
Para
nuestro curso, el concurso Adolfo Guzmán es El Fito, Las aventuras de Nicanor son el Filo y Luis Alberto García con
sus ojos verdes sentado en la escalera del comedor de pre. Mario Infante es un mito; Ulises Jáuregui un haz, y Yamila Cohen nuestra primera
presidenta.
El
Coppelia y el parque Lenin siguen siendo un premio para el mejor albergue; el
Marazul (o Tropicoco) un sitio de encuentro; la Lenin la primera opción para
nuestros hijos o sobrinos cuando terminan el 9no. grado; el tanque de clavados,
un lugar inolvidable. La piscina, los hermanos Pol.
Tengo
que confesar que a la Lenin le debo haber conocido a mi mejor amiga, ya una
hermana para mí: María Isabel Bermúdez Domínguez, y a otras Estrellas (no
Cometas, según clasificación de la Dra. Alicia Pérez Cedán) como
Yamilé Berra Sires, Sandra Borges,
Milagros Bécquer, Guillermo Ramos… Cierto
que nos vemos poco, pero cuando nos comunicamos, los gallos de Mariano cantan
solos y las distancias se borran.
Tuve
el placer inmenso de conocer al hijo de Luis
Riverón y la satisfacción de que él y mi hijo son amigos “de la Lenin”. Allá
también estudiaron las hijas de Ana
Margarita Núñez Rodríguez, Pilar Oquendo y Ester Márquez. Trabajé en la Unidad 6 (1987-1991) y fui compañera
de Félix de la Paz, Grisel Urquiza y Lucila,
la mamá de Luz Virginia. Nada, que “todos los caminos conducen a Roma” (o
mejor dicho: al km 3½ de la carretera El Globo).
¡FELICIDADES,
GUILLE, POR TUS CINCUENTA! Me consta que estás en forma, así que no te vas a
sentir el Taburete.
Mis
felicitaciones también a Ofelita y a Eduardo Marrero. Suerte y ¡que sigan
brillando!
Un
abrazo:
Cary
Núñez
Hola:
Oyeeeeee, sí que está lindo lo que escribes, y eso que hace frío y estás un tin lejos… si no, pa’ qué te voy a explicar. Perdóname, pero, sin consultarte, me veo en el deber de reenviarlo a casi todos los que nombras en tu correo.
Te debo el Guille (creo que tiene roto el correo), pero el sábado en el Taburete se lo decimos, igual a Osvaldo y a Ofelia Niurka (los cumpleañeros).
Igual el de Yamilé Becerra, Mario Infante, Milagros Bécquer, Adán Pol, Pilar Oquendo… pero no te preocupes, que se activa la maquinaria y seguro que alguien tiene manera de ubicarlos. No te digo el de María Isabel, porque seguro lo tienes, ¿no? Si no, “Se BusKKKa”. Está bien, y así comienza tu propuesta de sección para el Bole. Otro abrazo pa’ ti. Cuídate muchoooooo.
Oyeeeeee, sí que está lindo lo que escribes, y eso que hace frío y estás un tin lejos… si no, pa’ qué te voy a explicar. Perdóname, pero, sin consultarte, me veo en el deber de reenviarlo a casi todos los que nombras en tu correo.
Te debo el Guille (creo que tiene roto el correo), pero el sábado en el Taburete se lo decimos, igual a Osvaldo y a Ofelia Niurka (los cumpleañeros).
Igual el de Yamilé Becerra, Mario Infante, Milagros Bécquer, Adán Pol, Pilar Oquendo… pero no te preocupes, que se activa la maquinaria y seguro que alguien tiene manera de ubicarlos. No te digo el de María Isabel, porque seguro lo tienes, ¿no? Si no, “Se BusKKKa”. Está bien, y así comienza tu propuesta de sección para el Bole. Otro abrazo pa’ ti. Cuídate muchoooooo.
Pd:
tu texto está integro, tal cual me llegó, solo resalté en rojo el nombre de los
que reenvío.
EPY
Hola, Maricusa y Comité Organizador, ¿qué tal los preparativos? Espero tengan buen tiempo ese día y mucha suerte con el transporte y demás coordinaciones.
Hola, Maricusa y Comité Organizador, ¿qué tal los preparativos? Espero tengan buen tiempo ese día y mucha suerte con el transporte y demás coordinaciones.
Saludos
sinceros, Cary Núñez
Tras
leer el boletín no. 4 me atrevería a sugerirles incluyan en su mochila dos
cosas:
1.
Repelente o similar (ej. colonia ÉL o ELLA), pues con el revuelo de neuronas y
feromonas que se avecina, los rodedores
(con r) se van a dar banquete con el contingente.
2.
Abundantes cítricos para mantenernos bien hidratados en la escalada. Se pueden
llevar naturales o en jugo, “a capella” o dentro del Ron Collins o Screwdriver.
Nota:
Rodedores: bichitos bastante rodedores (con j) que abundan en las tierras de
Polo Montañéz.
Nuestro
primer presidente fue Rafael Prats…, a quien le pongo copia de este mensaje.
Un abrazo inmenso: Cary
Un abrazo inmenso: Cary
[Comprobado
que este boletín nos ayuda a refrescar la mente. Me has dejado lelo con lo que
has dicho de Rafael Prats: hasta hoy pensaba que nuestro primer presidente fue
Carlos Manuel de Céspedes. En cuanto a las naranjas: las últimas que vi fue en
un juego de pelota en el Latino… Creo que no voy a rectificar a más nadie, pues
enseguida aparecen los “citricones”].
¡Coño,
guajira!
¡Mira
que yo estoy bajo emociones y tensiones que no se me quitarán hasta que no esté
ante la loma!
Todo
lo que escribes me llega al alma. Gracias por tus palabras. Por acá la cosa
está que arde y el entusiasmo por verse se incrementa. Yo tengo guardadas dos
velas, bien azules, para encenderlas en el momento preciso e invocar la
protección de los espíritus burlones si hace falta. TODOS deben saber (si no lo saben lo repito, y no es matraca mía) que la
comidita que nos comeremos en el lugar se resolvió gracias a ti, que desde la
neblinosa y fría ciudad de Sherlock Holmes nos tiraste tremendo cabo,
poniendo el contacto para llegar al restaurante de Las Terrazas.
Súmale
más hijos a la lista: el hijo de EPY y las hijas de Bello y Payasá, que
entraron juntos a la escuela, el hijo de Sergio, el hijo de Yamila Cohen, la
hija de Sarah Urra, los dos hijos mayores de Mayra y Somonte, el hijo de Ileana
Lazo, el hijo de Marla, la hija de Marusia, los dos hijos de Flora Pérez y
ahora no recuerdo ningún otro, pero sé que hay más [¡el mío, que fue de los
primeros en matricularse!].
Si
ser de la Lenin es una estirpe, bien; si es una actitud ante la vida, bien; si
es un signo, bien; si es una enfermedad incurable, vale también. Sea lo que sea
se disfruta y se agradece, porque fue lo mejor que nos pasó cuando empezamos a
dejar de ser niños.
Un
beso para ti y recibe todo el cariño de tu gente. El mío, vale por 32*.
EPY
*Años
de graduados que se cumplirán en julio.
Para cualquier maestro son indescriptibles el orgullo y el
privilegio de educar a un colectivo de estudiantes tan preciosos, excelentes,
únicos y valiosos como los de la Graduación 6to. Aniversario. Estamos en
disposición de aceptarlos otra vez en 7mo.
Consejo de Dirección Escuela Vocacional Lenin
El rincón de los poetas
El autor de este
poema es Rodolfo de la Fuente, el mismo que compuso una de las canciones más
bellas que se hayan escrito en país alguno: Mujer
si la distancia es esa huella (“… de caminos distantes que me envuelven/ tú
no eres la distancia ni lo lejos/ sino lo cerca que te me disuelves…”). La
presentó en un Guzmán y no obtuvo el Gran Premio; no obstante, fue la única de
esa edición (1979, si mal no recuerdo) que trascendió.
Tiene escrito mucho
más, pero solo con estas dos obras ya puede dormir tranquilo. Díganselo dondequiera
que esté.
Coger
lucha
Yo cojo lucha.
Voy con mi cólera y su ola
contra el que deja lo de hoy
para mañana
y hace esperar la vida,
contra el que se equivoca
y arguye que es humano,
contra el que mira por encima
del hombro
a los de a pie,
el que supone que el tiempo
ajeno es suyo.
No me siento conforme
y niego mi canción a los
papeles sucios,
a los que el vientre les pesa
demasiado,
más que la verdad,
al que teme a la espina y
gusta de las rosas.
Voy contra el que no se apura
porque la vida
es larga.
Yo cojo lucha.
Le echo la jauría de mi rabia
a los mercaderes y a su
templo,
al que teme y se calla,
al que acaba a las cinco y
pa’ más nadie,
a los que necesitan original
y copia sobre todo,
al que secretamente subestima
y abiertamente ordena,
a los que no se van (y se han
ido por dentro),
a los que aprueban un por ciento
y no a un alumno,
a los que se engañan entre sí
y alzan un muro hueco a la
vida que hacemos.
Contra todos
—bestias de calma y bloqueo—
no paro mi canción
definitiva,
a pie de obra:
no bajo la guardia:
desde aquí los denuncio por
traidores.
Yo sí cojo lucha.
Son los sueños todavía…
“Ser fiel,
fiel a sí mismo,
es mucho más
que un deber.
Vivir, vivir
a todo trance,
saberse vivo
siempre y hasta el final”.
Boris
Pasternak
Nunca
podremos olvidar estos años. Mañana, cuando seamos maduros y tengamos más
responsabilidades ante la vida, miraremos el pasado y recordaremos todos los
momentos de este pedazo de nuestra vida que ahora se quiere desprender de
nosotros.
Tenemos
el deber, a partir de este instante, de ser más revolucionarios, más
comunistas, de seguir el ejemplo del inolvidable Guerrillero Heroico, cuya viva
imagen está grabada en este rincón de la Sierra del Rosario. La Revolución lo
exige de nosotros, y nosotros no le fallaremos. Estudiaremos para en el futuro
poder ser ingenieros, médicos, licenciados, en fin, para ser útiles a esta
sociedad de hombres libres.
La
construcción del socialismo espera por nuestra ayuda, y en cualquier trinchera
que haga falta estaremos presentes con los ojos bien abiertos hacia el futuro
de la patria, para hacer una sociedad mucho más desarrollada, para que nuestros
hijos puedan tener una graduación mucho mejor que la nuestra.
Hemos
pasado días inolvidables en este lugar lleno de historia. Aquí hemos disfrutado
los últimos días de esta dulce etapa de nuestras vidas. Nunca se borrarán de mi
mente.
He citado, sin
coma de más o de menos, un fragmento de mi Diario
del Taburete de julio de 1980. Es ingenuo, sí, como ingenuos éramos aquel
grupo de jóvenes que cosimos pelotas confiados en que nuestro béisbol estaría siempre
en la cumbre; que ensamblábamos radios seguros de que solo Japón nos superaba
en tecnología; que fabricamos antenas con la convicción de que veríamos algún
día todos los canales…
Los mismos jóvenes
que regresamos en silencio, de la Plaza a la Lenin, a llorar nuestro dolor
enérgico y viril aquel 15 de octubre de 1976; los que el 28 de julio de 1978
salimos del Latino gritando: “¡Arriba, abajo, los yanquis pal carajo!; los que
cantamos a los veinte años de la firme trayectoria emprendida por nuestra
Revolución.
Ya no somos los
mismos ni podemos serlo, pero cuando leo al joven que fui, que subió al
Taburete buscando al Che, no me río: le pido que nunca se arrepienta de lo que
hizo o pensó. Que no olvide decirle a mi hijo que sus sueños no serán
semejantes a los nuestros, que hasta puede que asuman otros colores, pero son sus sueños. Y que nosotros dos,
el muchacho del 80 y el señor del 2012, seguiremos cogiendo lucha para
sostenérselos.
El Globo se desinfla y los pulmones reservan el poco
aire que les queda para emprender el camino que aún deja percibir nuestras
huellas. Las botas ya no lo pisarán como antes, pero iremos felices cuesta
arriba, seguros de que el buen amigo nos seguirá para cuidarnos de una caída y
nosotros le corresponderemos previéndolo del obstáculo.
¡Arriba,
muchachos, compañeros de mi vida, que llegaremos todos! Y allá en la cima hemos
de sentarnos a otear el horizonte, porque este taburete está hecho del mismo
cuero con que curtimos la esperanza.
Créditos (sin fondo)
Revista El Globo
Órgano Oficial de la
Operación Taburete 2
No. 5 y final (¿qué mejor
nota podemos buscar?) / Jueves 19 de abril de 2012
Textos y edición
Jorge
Fernández Era (redalba@callee.icm.cu / erajfe@yahoo.es)
Queridos amigos (hermanos) de
siempre y por siempre: no me pierdo ni los pierdo. En la editorial José Martí
—a solo cien metros de la funeraria de Calzada y K— tienen a alguien que los
ama. Pueden pasar a verme cuando lo deseen. Si demoran diez o quince años se
ahorran una cuadra.
Colaboraciones
Isys Pelier Álvarez (gracias de nuevo), Anicia
Fuentes, Lily, Ofelia Pérez, Humberto Cornillot y Alfredo Rivera Delcourt.
Trabajadores del
restaurante CG km 3½.
Ricardo Mesa (diseñador, buen amigo, y exleninista también, pero
de la graduación de 1994; llevó a feliz término la idea que le di para la
última página).
Agradecimientos especiales
A Edelmira Pedris Yumar (edelmira.com@sepsa.cu)
(demostró con creces que, además de ser nuestra PRESIDENTA, principal promotora
de este y otros reencuentros, de tener méritos de sobra para que su nombre
quede grabado en nuestra loma, y de
ser una bellísima persona, escribe muy, pero que muy bien).
A Osvaldo
Marrero, Yamila Cohen Valdés, María Elena
Pérez (Maricusa), Tatiana Zayas,
Guille Ramos, Yisus, Sergio del Castillo (El Titi), Ofelia Pérez, Luis Riverón,
Cary Núñez, María Antonia Herrera, Ileana Álvarez Aportela, Maritza Ravelo, Luz
Virginia Chávez, Fausto Canet, Sergio del Castillo, Pedro Luis Bello, José
Antonio Carratalá, Marla Oiz, Frank Amores, Alicia Pérez, Ana María Baldor,
Lily, y a todos nuestros galenos.
¡Que no pare el tren!
Pasado-mañana
evocaremos el pasado-ayer
¡Solo faltan dos días!
(ahora pase a la próxima estación, esto no se ha acabado)
La loma del Taburete
La loma El Taburete, aledaña a la
autopista Habana-Pinar del Río, se encuentra situada en el municipio pinareño
de Candelaria. Su grado de dificultad es medio-alto. El ascenso a la elevación
se realiza por un camino que forma parte del Plan Forestal de la Sierra del
Rosario, una de las cordilleras más ricas en fauna, vegetación y accidentes
naturales del país. La cima se halla situada a 452 metros de altura. Desde ella
se puede divisar la llanura sur de Pinar del Río y el golfo de Batabanó.
En el lugar se preparó parte de la
guerrilla que acompañó a Ernesto Che Guevara en la gesta boliviana.
En la propia provincia se encuentra
también la Cueva de los Portales, estratégico sitio donde estuvo enclavada la
Comandancia del Guerrillero Heroico durante la Crisis de Octubre de 1962.
Muy cerca de la loma del Taburete
fue inaugurada en 1965 la Comunidad Las Terrazas, uno de los más importantes
planes urbanísticos emprendidos por la Revolución y sitio de referencia para el
estudio de la arquitectura cubana.
Los tres sitios de la geografía
pinareña fueron visitados por los estudiantes de la Graduación 6to. Aniversario
de la Escuela Vocacional Lenin entre los días 8 y 12 de julio de 1980.
El primero en arribar a la cima del
Taburete fue nuestro hermano Jeli, hijo de Jesús Suárez Gayol, primer miembro
de la tropa del Che en caer en tierras bolivianas y ascender a la cumbre de la
historia patria.
Che:
Los que desde niños aprendimos
a quererte llegamos un día a esta
histórica altura de la que un día partiste a ponerle cerco a la muerte.
Acá
estamos otra vez, menos jóvenes y un poco más viejos, para decirte que todavía
el hombre nuevo que soñaste está por nacer, pero la esperanza sigue intacta.
No les (en)cuesta nada
Por Oficina Nacional de Estadísticas
Colaboración: revista Opina
Por este medio hacemos
la convocatoria a una encuesta muy seria, que queda lanzada desde ya por este
medio que se nombra El Globo. Que nos
perdonen los especialistas en la materia, pero profesionalmente no estamos
calificados ni para gradientes, ni para algoritmos, ni para diagramas de
barras, ni para barras en el gimnasio de la Vocacional, mucho menos para
revisar con todas las de la ley los resultados del estudio estadístico. No nos
avergüenza porque, en definitiva, la pesquisa más seria que se realiza en
nuestro país es el Censo de Población y Viviendas, y aún esperamos que sean
puestos en conocimiento de la población (y de la vivienda), es un ejemplo, la
densidad por kilómetro cuadrado de lavadoras Aurika que sobreviven en suelo
patrio.
La escuesta de El Globo (reiteramos: MUY SERIA) tiene
como único objetivo conocer, ya no el grado de aceptación de la publicación,
que superó todas las expectativas previamente planteadas por el estudio de
mercado realizado antes de pulsar la tecla “enviar” (“¡Verdad que son
instruidos estos muchachos…!”), sino para coger tamaño de bola (“¡…partida de
principiantes y mequetrefes!”) sobre cuáles han sido los trabajos que más han
calado en los miles de lectores [¡miles, sí!, y al
que no le guste: ¡¡¡que se vaya!!!].
Cuando concluya
esta perorata insulsa y enrevesada, hallarán una planilla que contiene la lista
de todo lo publicado en nuestras páginas (se obvia, por razones obvias, los
correos y mensajes obvios).
¿Que qué les
pedimos?: que en el subrayado ustedes señalen, por orden decreciente, los doce[1]
trabajos que más hayan grabado en el subconsciente nuestros inteligentes,
cultos, sagaces y avispados lectores (“…Bueno, sí, son geniales estos
mequetrefes”).
(Ejemplo)
12 “El rendimiento
cañero: una deuda aún por saldar” [Si fuera la única…]. El tema preferido: todos los cubanos vivimos
pendientes de cómo va el asunto de la dulce gramínea.
11 Científicos
santiagueros descubren elixir de la juventud. Trasladada hacia el Turquino
actividad de la Graduación 6to. Aniversario. (Segunda noticia en el orden de
preferencia).
10 Asesinó a su
madre sin motivo justificado[2]
(el morbo mueve multitudes). Medalla de bronce entre los trabajos más gustados.
…Y así
sucesivamente hasta llegar a la elección número 12, que obtendrá solo un punto,
pero superará en popularidad a los que no cojan cajita.
Serán computadas todas las planillas recibidas, de manera que aquellos
trabajos periodísticos o no periodísticos que obtengan la mayor cantidad de
puntos serán (con un margen de error de 2,03%) los que ostenten el honor deser proclamados
los elegidos de ustedes. La relación de los 12 privilegiados se enviará por
correo electrónico a todos los leninistas junto a los resultados del concurso
convocado por la entusiasta Ana María Baldor, consistente en enviar a Edelmira,
a partir del domingo 22, las impresiones sobre la preciosa jornada que nos
espera en el Taburete el sábado 21. La fecha de cierre de ambos concursos será
el jueves 26 de mayo (¡Ya estamos en 26!), y los resultados serán dados a
conocer el jueves 3 de mayo [esto se me
está pareciendo a El club de los jueves,
de Chesterton]. El jurado estará presidido por Rocío Jurado.
Cómo enviar
las planillas
Cada usuario (“¡Vaya palabreja!”) recortará en su
ordenador la planilla (después que la llene, claro) y la pegará (con cuidado,
para que no se desprenda) en otro archivo Word que será adjuntado en un correo
electrónico que rece en su asunto: “En Pérez Cuesta / Nombre y apellidos del
participante”.
Aceptaremos también el envío de los datos mediante
celulares. Se ha hecho la gestión con Cubacel (donde trabaja un colega nuestro)
para poner a disposición de ustedes el número 53835482 [el mío; a ver si de
paso los de “allá” me lo recargan… ¡Más de 20 vale doble!], con un
procedimiento muy sencillo:
-Marque el número. Oirá el ulular del timbre (“Ya me
sonaba flojo el tipo este …”).
-Sentirá que descuelgan del otro lado. Espere unos
minutos… (la planilla es extensa y el cable de fibra óptica Venezuela-Cuba
resultó ser pura matraca).
-Finalmente,
aparecerá en su pantalla el siguiente texto:
“Su
saldo de cuenta es 0.00 CUC y acaba de expirar (esperamos que junto a usted) en
estos precisos instantes. Envíe la planilla como todo el mundo y no se haga el
importante”
¿Que qué
pretendemos con esto? (¡señor mío: qué bloque de zeolita tiene esta gente en el
moroco!): en primer lugar, valorar si gustan del tono desenfadado del boletín o
prefieren algo estilo Tribuna de La
Habana. Segundo: para cualquier profesional es MUY IMPORTANTE conocer si su
labor ha rendido frutos. En el caso específico del periodismo (“¡Qué
pretensiosos: llamar periodismo a esto!”), es una manera de observar hacia qué
punto cardinal señala la veleta de los lectores. Eso se llama
retroalimentación.[1]
No demoramos más.
He aquí la planilla para que la llenen (por favor, con cuidado, no vaya a ser
que se estruje):
__ La carta (carta
a Edelmira asunto almuerzo).
__ Lineamientos /
Taburete 2.
__ El rincón de
los poetas (Es como un teorema la vida…).
__ Di-lema (sobre nuestro lema).
__ Himno de los reincidentes (sobre nuestro himno).
__ El baúl de los
recuerdos 1 (foto de las quinceañeras).
__ El baúl de los
recuerdos 2 (almanaque de 1980).
__ Consulta al logopeda (sobre nuestro logo
locomoteril).
__ El rincón de
los poetas 1 (poema de Eduardo del Llano).
__ Raticida 1 (sobre la OCHICODA).
__ Edicto real
(disposiciones complementarias al reglamento).
__ ¡Sufran! 1
(Marcha del pueblo combatiente).
__ Raticida 2 (nos escriben desde la Ciénaga de Zapata).
__ Otra rectificación de errores y tendencias negativas
(anexo necesario).
__ El bueno de Bouza (Luis goza y el profe sufre…).
__ Estrellas y cometas (una hermosa reflexión sobre la
naturaleza humana).
__ El rincón de
los poetas 2 (poema de Fernán de Cera).
__ ¡Última
noticia! (El Globo ha sido colgado en Facebook).
__ ¡Importante! 1
(Sobre adelanto de la fecha de salida del no. 5).
__ 32 y más
pa’lante (sobre el coloquio del mismo nombre).
__ ¡Sufran! 2
(¡Protesto!).
__ Aventuras de Pelagia y León Ramucho (apasionantes
episodios…).
__ Dialéctica o metafísica (¡esto sí es dominar el
marxismo!).
__ El baúl de los
recuerdos (comentarios sobre el Carnet de Conducta).
__ El rincón de
los poetas 3 (poema de Ileana Álvarez sobre el XI Festival).
__ Créalo o no lo crea (el juego en Cuba… y otros
demonios).
__ Una colaboración muy íntima (sobre normas y
almohadillas sanitarias).
__ Carrera con
obstáculos (XI años en la universidad).
__ Cartelera
(sobre documental de Eduardo y decameroncidio en 23 y 12).
__ Sugerencias del chef (sobre almuerzo en Las
Terrazas).
__ Raticida 2
(sobre egocentrismo del editor).
__ Al cierre (el aguatero de la Lenin no quiere que le
agüen la fiesta).
__ Ahora soy el rey… (interviú a un colega
emprendedor y sagaz).
__ ¡Importante! 2 (curtura, difusión, adornos y
transportación).
__ ¡Sufran! 3 (De
cuando Silvio comenzó su madurez).
__ Un lugar con
magia (Edelmira regresa a la Lenin…).
__ El baúl de los
recuerdos 3 (evocación a las madres combatientes).
__ Años que son
bobería (una muchacha de 17 brinda ánimos para continuar).
__ Apuntes para la
graduación (Anicia desempolva su diario y nos conmueve).
__ La víspera (lo
que pudiera pasar el día antes de la ascensión).
__ Reglamento del viaje
del reencuentro (recetario de la doctora Lily).
__ Un lamentable
incidente (las autoridades intervienen…).
__ Más lamentable
entodavía (los inconvenientes de ser famoso).
__ Anecdotario. Un
clavado saca a otro (Ofelia se la da de valiente…).
__ Anecdotario. Di
por qué, dime, abuelita (Cornillot filosofa).
__ Anecdotario.
Una picúa que quería hacer tortilla (algo porno para variar).
__ El encuentro
(lo que pudiera pasar el día de la ascensión).
__ El rincón de
los poetas 4 (poema de Rodolfo de la Fuente).
__ Son los sueños
todavía… (a manera de despedida).
__ La loma del
Taburete.
__ No les
(en)cuesta nada.
__ Afiche final (…ahora
lloren).
[1] Retroalimentación: epidemia declarada en el
archipiélago cubano entre finales de la década del 80 y principios de la del
90. Aunque se ha logrado frenar el ritmo ascendente de casos, ya ha sido
declarada endémica por la OMS.
[1] La graduación de grado 12 se realizó un día 12.
[2] Frase reiterada en el plan de estudios de la carrera
de Periodismo. Unos dicen que es real, otros que no, pero el titular es como
para chuparse los dedos.







Ustedes generan adiccion....llevo dias leyendo y releyendo los Boletines Tabureteros y "rebobinando" el cassette y buscandome en las escenas de la escuela que tan bien describen... salen tantos nombres en sus relatos y me vienen a la mente como eran en aquellos años... me llama la atencion que ustedes mencionan a muchos profesores, sin embargo mi grupo del Destacamento se estreno ( ose estrello) con ustedes...y para mi generacion ustedes fueron los alumnos mas importantes (los mas queridos y apreciados)...pero no nos mencionan...solo mencionan a Tony (de Matematicas)... pero el grueso de nuestro grupo pasa inadvertido en sus memorias...eso no disminuye para nada lo que sentimos por ustedes... Dejame ver si aporto nombres y si esos nombres nos hacen "resucitar" antes ustedes.... Se acuerdan de Ernesto Santana (Español) que era mas escritor que maestro.. ademas jugaba muy bien "basket" y era fan de la piscina? Se acuerdan de Ernestico Rodriguez (Historia) que era mas fotografo y periodista que historiador (ahora anda por la UNAM), se acuerdan de Santiago Martinez? El eterno Buena Gente !!!, de Isabel del Campo, de Pepocha, de Cuzco, de Minou y Lourdes Baldoquin (Matematica), de Aimee Vega, De Chacha, de Rosa America la de Geografia y La Gallega, y Gudelia (la blanca no la prieta... ) la de Geografia, de Lourdes Ramirez (la Titi), de Mary martell de Español... de Charito, Andrea, Marlen Fdez (estas tres ultimas tambien de español)...de Jose Lazaro y Sergio Leon (Historia)... de Maura Salabarria y Lourdes Socarras...y Maria Hortensia ...y Yuya (todas de Historia)... se acuerdan de Elena Caso y Barbara Betancourt (la rubia inigualable)... ..de Marlene Masrua, de Silvia Elena...y que me dicen de Emilio del Cañal (el tipo que mas Matematica sabe).... y de Sergio Vildosola (mas bueno que el pan)...y de Nimia y Rebeca...y de Zuleica Romay (la negra de alto vuelo que hoy dirige el Instituto del Libro y es Premio Casa) en fin... para todo este grupo que acabo de mencionar ustedes fueron nuestros primeros alumnos... teniamos escasamente 3 o 4 aaños mas que ustedes... Me recuerdo las caras de decepcion de los padres de ustedes cuando llegaron por primera vez ala escuela (esperando a unos super-maestros) y se encontratraron que eramos nosotros... Tratamos de ser buenos maestros, algunos lo lograron otros no...muchos nunca mas nos dedicamos a dar clases y retomamos el camino de nuestra verdadera vocacion que por obra de la contingencia se nos habia truncado... pero lo que si les piuedo asegurar es que todos nosotros fuimos mejores personas despues que vivimos la experiencia de conocerlos a ustedes... yo no se cual fue el misterio de esa generacion pero despues tuve que trabajar con otros grupos (otros años) y nunca fue igual...el grupo de ustedes tuvo y tiene una magia que no nunca he vuelto a encontrar...Ya todos somos viejos (aunque no lo queramos reconocer) pero no hay forma que se disuelvan tan buenos recuerdos de nuestras vidas...
ResponderEliminarCuanto me hubiera gustado poder verlos de nuevo en esta aventura del Taburete... la vida da muchas vueltas y en este movimiento centrifugo algunos salimos disparados a lugares lejanos...yo soy uno de ellos...pero siempre estare ahi... como Lelinero como dice Edelmira...
Les mando un fuertisisimo abrazo a todos...y aunque no aparezco nombrado en las anecdotas es posible que alguno si se acuerde de mi... Osvaldo (Mikito) el profe de Geografia...